EN CHIHUAHUA
Inmigrantes se reúnen con sus parientes
Familias se fundieron en un abrazo por unos instantes
Imagen: Cuartoscuro
Luis Fierro
EN CHIHUAHUA
Esta vez no hubo fronteras, muros o agentes de Migración. El sueño de decenas de familias mexicanas se cumplió, aunque sólo fuera por unos minutos: volver a abrazarse, estrechar manos, acariciar mejillas, reír y llorar con sus seres queridos, separados por años.
Eran las 10 de la mañana, del lado norte del Río Bravo, unas 150 personas esperaban paradas junto a la malla, vestidas con playera azul. Frente a ellas, al lado sur, otro contingente igual estaba ansioso. De este bando la camiseta era blanca.
De manera simultánea comenzaron a caminar hasta llegar justo a la mitad del río, la división natural entre el peso y el dólar. Por unos instantes las miradas se cruzaron, los ojos se humedecieron; hasta que los voluntarios les avisaron que el momento había llegado.
“Mamá”, “mija”, “abuela”, “qué grandota”, “qué bonita”, fueron algunas exclamaciones que se oyeron al de fundirse en un abrazo los azules y los blancos.
El proyecto Abrazos no Muros es impulsado por la organización Border Networks for Human Rights, y busca reunir aunque sea por unos minutos a familias que llevan años separadas debido a limitaciones migratorias.