Quiero que mi dentista me haga "el delicioso"

PREGUNTA: Cada vez que pienso que nunca me metí con mi dentista, siento que soy una miedosa, una imbécil, una estúpida ñoña. ¿Dónde está esa mujer libre que digo ser?, ¿dónde está la que soñaba con hacer sus sueños realidad? Toda la vida me ha gustado ese hombre, pero no me atreví. Antes del Covid y ahora, lo veo imposible. Esa experiencia me hubiera cambiado la vida, lo sé, lo siento, ahora en cambio, nada, ni las manos nos damos, apenas nos miramos y no hay nada entre nosotros. ¿Qué puedo hacer para encender el coqueteo?

RESPUESTA: Entiendo que ese es uno de tus ‘hubiera” que uno va sumando en su vida. Tienes dos caminos: resignarte o aventarte. Deja de pensar en el pasado, piensa en lo que viene, en lo que deseas ahora, no en lo que pudo haber sido. Abre la oportunidad si todavía le tienes ganas…no vivas anclada al pasado.

PREGUNTA: Estoy harto de ver a mi mujer idiotizada frente a su computadora jugando un juego idiota y gastando horas y horas, mientras habla por teléfono o ve una película. Parece anestesiada, dormida, pero despierta… casi hipnotizada. Me pongo de mal humor porque la siento ausente, muerta en vida. Le están robando su tiempo y ella me dice que se relaja de esa manera, que la deje descansar sin juicio…no sé qué pensar. 

RESPUESTA: La tecnología trae consigo hábitos buenos y hábitos malos. Lo que describes se llama: adicción. Trata de ser innovador, propón actividades. Cocina, hagan paseos, compra un perro, suelten la tecnología, así ganarán tiempo de calidad.

PREGUNTA: Mi novia me acaba de confesar que es madre soltera y que de irnos juntos, se tendría que venir su hija con nosotros. Me quedé paralizado…yo no sé si quiero ser papá. A la niña la conozco bien, es linda, pero siempre creí que era hija de su hermana, me la presentaron como una sobrina de mi novia…la verdad me siento engañado. ¿Estoy mal? 

RESPUESTA: No estás mal, ese sentimiento que tienes nace cuando alguien te miente. Cuidado. Te recomiendo dejes esos sentimientos a un lado y te enfoques en la decisión de si quieres o no quieres ser parte importante de la vida de esa pequeñita.

PREGUNTA: Mi esposo me guarda rencor por una historia que reviví con un exnovio hace dos años. Desde entonces, su trato conmigo es grosero, a veces indiferente y otras veces misógino, cuenta chistes poniendo a las mujeres como tontas y facilotas. Me reclama, me hace sentir sucia. Me hubiera gustado que sea distinto, que me comprenda, que no sea de los que te tratan mal.

RESPUESTA: La infidelidad tiene su precio. Estás en el momento de preguntarte inevitablemente: ¿qué andas buscando en otro lado? Es momento de hablar de temas importantes con tu pareja como sexo, cariño, agradecimiento. En fin…revisa con él la historia que llevan juntos, analiza en qué han fallado, qué han logrado; algunas parejas buscan a un especialista que les enseñe a escucharse y con quien puedan elaborar una comunicación que los fortalezca. Muchas parejas salen triunfantes de un engaño. La traición te puede llevar a una ruptura o a un capítulo nuevo con tu pareja.

PREGUNTA:Mi hija se mete a su cuarto, llora. Toco…no quiere hablar. Su novio toca, yo lo dejo entrar a la casa y ella no quiere salir. Yo me quedó en mi cuarto sin saber qué hacer, me siento idiota, no me encuentro cómoda… no sé dónde ponerme. El novio se va. Mi hija no sale. El novio vuelve y mi hija le abre la puerta. Silencio. Luego la oigo llorar, él sale. Ella se encierra, no me deja entrar. El novio regresa. Llama. Toca la puerta, quiere entrar, yo le digo que se vaya, mi hija me escucha, me grita, dice que lo deje pasar, yo le abro. Me meto a mi cuarto y los oigo gritar. Él se va. Ella llora en el cuarto. Trato de abrir, no me deja pasar. ¿Hasta cuándo puedo soportar vivir así? 

RESPUESTA: Estás dentro de un campo de batalla, en una batalla que no es tuya. Solo te queda perder. Esa relación que describes está enferma y tú estás mal por aguantar, por dejar que las cosas tomen un rumbo tan equivocado en tus propias narices. Despierta. Dile a tu hija que no puede entrar ese hombre a tu casa, que no se puede encerrar. Pon límites. Hay reglas en las casas.