Las “pequeñas” violencias

Lydiette Carrión

OPINIÓN 25/05/2017 12:50 Lydiette Carrión Actualizada 12:50

A la Comunidad para Mujeres Adolescentes infractoras de la Ciudad de México, llegó una muchacha de 15 años, una chica que vivía en la calle, ya que su familia es de Oaxaca.

¿Por qué se encuentra en el Centro de Detención? No se sabe. ¿Robo por hambre?, ¿adicción? No lo sabremos. Pero sí sabemos que esta niña, sin familia ni redes de apoyo cerca, ya es madre. Tiene un bebito de tan sólo 4 meses. Un lactante. Repetimos: ella vivía en la calle, nadie se ocupa económicamente de ella ni de su bebé. No tiene a nadie cerca y nadie los visita.

Un día, la directora del Centro le retira el desgastado bambineto de su bebé; le grita: ¡Como me trates te voy a tratar! Otra chica debe prestarle una sillita para el pequeñito. No es la primera vez que la hostigan así (y de paso afectan el bienestar del bebé). El castigo se debió a que ella quería dormirse junto a su bebé. Se lo prohibieron. También le impiden cargarlo si no usa rebozo. Más adelante explicará que le impiden cargarlo.

Ella y la otra chica que también es mamá pasan mucho tiempo encerradas; les dicen que se deben ocupar de sus hijos. Es difícil ser niña de la calle, estar detenida y ser mamá. Un día, esta quinceañera siente que va a explotar, que está abrumada por la maternidad, y pide que le ayuden con su hijo un par de horas para poder calmarse. Las guías del Centro alegan que maltratará al hijo y la alejan de él por un día y medio.

La recomendación 2/2017 que emitió la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal que culminó con la salida de la titular de la Comunidad para Mujeres Adolescentes (menores que cometieron algún delito) contiene varias historias de terror, pero quizá lo que más ejemplifica la violencia estructural de este sistema de “justicia”, contra el más desvalido, son los malos tratos que hizo contra jóvenes madres. 

Como se ha narrado en otras ocasiones, en este mismo espacio, México es líder de embarazos en mujeres adolescentes. Esto para nada es un asunto “cultural”, detrás de estas maternidades muy tempranas, por lo general hay otras historias de violencia: falta de acceso a la educación, falta de opciones de desarrollo, violencia física, familiar o sexual.

Pero una vez que una adolescente es madre, se enfrenta a nuevas violencias: la ausencia de apoyo estatal y gubernamental para dotar a su pequeño de lo necesario para su desarrollo, y romper así el círculo de violencia y pobreza.

GLOSARIO DE SUPERVIVENCIA Maternidad mexicana: un crisol de bellezas con violencias escondidas.

 

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