La pregunta hasta parece ociosa, porque no es la primera que se plantea en las páginas de opinión. Se esperaba que con la llegada del PRI a Los Pinos se volviera a las viejas formas del poder ejercido verticalmente. Pero la permanencia de Javier Duarte en el gobierno de Veracruz y la impunidad de Rodrigo Medina en Nuevo León son muestras de la cabal salud que permanece en un nuevo esquema de poder surgido a partir de la debilidad y torpeza política del gobierno de Vicente Fox. El poder absoluto se atomizó, creando gobernadores y alcaldes que confundieron la administración pública con su feudo personal, sobran ejemplos y casos perdidos a contar.

Así, los gobernadores comenzaron a administrar la abundancia al estilo ‘Jolopo’, contratando deuda sin estimar la capacidad de pago. Ahí tenemos como caso emblemático a Humberto Moreira, en Coahuila, o los nuevos esquemas de privatización de un porcentaje del erario para construcción de obra pública transexenalmente, proyecto panacea del gobernador Rafael Moreno Valle, en Puebla.

Ayer, el presidente Peña promulgó la Ley de Disciplina Financiera de las Entidades Federativas y los Municipios, que no es otra cosa que ‘amarrarle las manos’ a quienes se sirvieron en grande con la deuda, mayormente para gasto corriente, incluyendo los sueldazos para todos los cuates del gobernante en turno, al estilo Granier en Tabasco.

 La propia experiencia de este gobierno nos dice que las reformas no se implementan por la gracia de su publicación en el Diario Oficial de la Federación. La Conago será la entidad que apoyará a la SHCP para implementar los mecanismos legales que la lleven a condiciones de operación y cumplimiento a partir de enero de 2017 para los gobiernos estatales y el 1 de enero de 2018 en los municipios. Una pieza clave del engranaje político para su implementación es el gobernador queretano Pancho Domínguez en su papel de coordinador de la comisión de la mentada Conago y su buena relación con Luis Videgaray que se fortaleció en los tiempos de las reformas estructurales en el Senado. 

La reforma antiendeudamiento para estados y municipios se publica cuando la estabilidad económica del país está en riesgo por estas prácticas. ¿Se acabaron los virreyes, ahora sí?

En el radar. “Lo del agua, al agua”, frase del entonces gobernador de Jalisco, Francisco Ramírez Acuña, en los dosmiles, cuando el Lago de Chapala tuvo una crecida debido a una buena temporada de lluvias. La recuperación del lago arrasó con algunas fincas en poblaciones ribereñas. Hoy, las cosas son diferentes, el Lago de Chapala sigue perdiendo la batalla contra la sequía con la plaga del lirio como avanzada. Ayer, la senadora Ninfa Salinas (PV) aprobó un punto de acuerdo en la Comisión del Medio Ambiente del Senado para solicitar un diagnóstico que permita atender el daño del lago, mientras que la diputada federal Alma Arzaluz Alonso (PV) encabezó una jornada de limpieza en el valioso embalse y solicitar a las autoridades el rescate del emblemático lago. 

Junto con la barranca de Huentitán y el bosque de La Primavera, el lago de Chapala forma parte de los tres termostatos naturales que brindan el buen clima que distingue a La Perla Tapatía. Vale la pena su rescate. 

Bitácora de lo absurdo. En la campaña para la elección del Congreso Constituyente para la CDMX, el Panal tuvo la idea de quejarse de los llamados “políticos de siempre”. Con Gabriel Quadri, político de siempre, al frente del spot con imagen de guiñol, se queja casi hasta el llanto del pésimo transporte público en la capital del país, entre ellos el Metro y los paraderos. Pero, oh sorpresa, el director del Sistema de Transporte Colectivo es Jorge Gaviño y pertenece al partido turquesa. “Antes de iniciar la labor de cambiar el mundo, da tres vueltas por tu propia casa”, reza el proverbio chino. Eso o hay un rompimiento de facto entre el Panal y Gaviño, que ha quedado a deber al frente del STC, persiste la mala calidad en el servicio y el comercio informal en los vagones.

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