Lucha libre
La Guerrera y Mistik; sangre nueva
Alumnas del profesor Arturo Beristain, la Guerrera y Mistik son las nuevas Amazonas del CMLL
(Foto: Luis Juvera y Eduardo Reyes, El Gráfico)
Llegaron a la lucha libre por rutas distintas. Una, La Guerrera, respiró lucha libre en casa, donde su padre El Bronco González le heredó a ella y a su hermano los secretos de la rudeza. La otra, desde un lugar diferente, el de la idolatría por Místico, quien la inspiró a entrenar en la arena México, el sitio que pisaron juntas por primera vez.
No fue la primera vez que lo hicieron, hace años debutaron profesionalmente pero en esquinas rivales, alumnas de Arturo Beristain, esta vez compartieron bando y sueños en la catedral.
La Guerrera ya había trabajado en las arenas Coliseo de Guadalajara y capitalina, le llevaba algunas semanas de ventaja a la enmascarada, pero las dos llegaron a la colonia Doctores igual de retadoras. “Lo viví nerviosa pero contenta de enfrentar a grandes luchadoras como Dallys, Seductora y Metálica pero supe que estoy preparada para este reto, porque soy una guerrera. Mi padre me felicitó y me agradeció por verme en esta arena. Él fue de los buenos rudos en la historia, pero nunca pudo estar en la catedral, lloró conmigo y me pidió seguir triunfando”.
Su figura a seguir es Marcela, en ella se refleja y aspira a alcanzar su categoría, “me puse como meta ser como ella y hacer pareja. Me gusta la rudeza pero puedo moverme en la esquina que me pongan”.
FORJADA EN LA MÉXICO. Con cinco años luchando como independiente, Mistik presume haber dado sus primeras maromas en la escuela de la arena México, un lugar al que el destino la llevó tras ser conquistada por la imagen de Místico, “entonces supe que quería ser luchadora. Desde que empecé a entrenar no perdí la esperanza de debutar alguna vez ahí”.
Aún se considera novata, pero pocas luchadoras pueden presumir haber estado varios meses en Japón y ser requerida de forma constante en promotoras estadounidenses, “a donde voy siempre presumo mi escuela. Místico fue mi inspiración pero no pretendo ser su versión femenil, el nombre fue por un personaje de los X-Men, me atrapó la habilidad de transformación de Mystique, así pretendo ser en el cuadrilátero”.
Sobre su estreno coliseíno aceptó que fue complicado, “son luchadoras de mucha calidad, sacamos todos nuestros recursos porque era necesario que nos vieran, porque las oportunidades no se repiten. En el recuento de la lucha el Último Guerrero nos felicitó por el desempeño, creo que esperaban menos de nosotras”.
Ya dieron el primer paso, lo más duro está por venir.