El primer signo extraterrestre

El primer signo extraterrestre

(Foto: Archivo, El Gráfico)

Al día 21/03/2021 12:26 Yohanan Díaz Vargas Actualizada 12:27
 

En octubre del año 2017, la humanidad detectó por primera vez el primer objeto interestelar que llegó hasta nuestro Sistema Solar. Fue el telescopio Pan-STARRS, situado en Hawái, el protagonista de este hallazgo tan enigmático. 

Además de la importancia de su detección, este objeto, Oumuamua, tal y como lo bautizaron los autores del descubrimiento, cobró una importancia inusitada debido a las declaraciones que sobre él mismo realizó -y continúa realizando-, el astrofísico Abraham Loeb. 

Según Loeb, se trataría de un objeto alargado, con forma de cigarro, y su movimiento era en forma de giro, como impulsado por algo. Añadió, además, que no tenía cola, que no emitía ondas de radio, y propuso un origen artificial para el mismo: como si se tratara, en sus propias palabras, de una sonda alienígena enviada por una civilización extraterrestre superior con el objetivo de estudiar nuestro planeta y todo nuestro Sistema Solar o, simplemente, los restos de una nave extraterrestre.

A pesar de las críticas a su teoría, Abi Loeb se ha mantenido firme en sus creencias y, de hecho, acaba de publicar un libro titulado ‘Extraterrestre: el primer signo de vida inteligente más allá de la Tierra’. 

Loeb sigue manteniendo que Oumuamua es un objeto artificial, no natural, y añade: “nuestro Sistema Solar fue visitado recientemente por tecnología alienígena avanzada procedente de una estrella distante”. 

Igualmente, el científico sostiene que el hecho de que Oumuamua no emita ningún tipo de señal, se debe a que se trata de los restos de una nave extraterrestre que llevaría tiempo sin funcionar, como si fuera una antiquísima reliquia tecnológica de una civilización desconocida. 

A pesar de sus teorías, lo cierto es que la gran mayoría de los expertos no están de acuerdo con Loeb y piensan que Oumuamua, a pesar de sus misterios, es un objeto de origen natural. 

Una de las últimas teorías ha sido expuesta por los investigadores Steven Desch y Alan Jackson, de la Universidad de Arizona, y publicada en el ‘Journal of Geophysical Research: Planets’. Ellos consideran que Oumuamua puede tratarse de los restos de un planeta similar a Plutón, pero procedente de un Sistema Solar diferente al nuestro. 

En palabras de los científicos, “probablemente fue desgajado por un impacto hace unos 500 millones de años y expulsado de su sistema original”. 

Desch y Jackson han llegado a esta conclusión estudiando el hielo y cómo este se comporta en condiciones de viaje y trayectoria idénticas a las de lo observado en Oumuamua. 

Lo más probable, según afirman, es que el objeto no tuviera esa particular forma alargada que hace pensar a Abraham Loeb en algo artificial, pero “cuando entró en nuestro Sistema Solar, al tener hielo, al derretirse este y perder más del 95 por ciento de su masa, adquiriese esa forma alargada. 

A medida que las capas externas de hielo de nitrógeno se evaporan, la forma del cuerpo se habría vuelto progresivamente más aplanada, al igual que lo hace una barra de jabón cuando las capas externas se borran con el uso”, explican. 

Sea como fuere, la polémica del Oumuamua, a pesar de haber surgido en 2017, continúa vigente y las posturas más enconadas que nunca. La comunidad científica no apoya a Abraham Loeb y su teoría extraterrestre y, al final, a los inexpertos espectadores de esta polémica, nosotros, el común de los mortales, sólo nos queda pensar si realmente los científicos están siendo objetivos en sus trabajos o, en este caso, tanto uno como otro bando están tratando de acomodar las pruebas a sus creencias particulares.

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