RELATOS PICANTES

¡Le dieron hasta para llevar! Helena Danae cuenta pícara aventura con su compañero de trabajo

"Empecé igual que él, despacio y dando lengüetazos a su cabeza, dejándolo que disfrutara de mis labios"

¡Le dieron hasta para llevar! Helena Danae cuenta pícara aventura con su compañero de trabajo

(Foto: Instagram)

Sexo 08/05/2024 14:45 Helena Danae Actualizada 14:45
 

Hola, mis amores, feliz miércoles y excelente inicio de mes. Me quedé súper emocionada por contarles cómo terminó mi experiencia con un futuro colaborador.

Por si no recuerdan, les conté lo delicioso que fue que me sacara un squirt después de chupar y succionar mi ‘almendrita’. 

Quedé con las piernas temblorosas, pero decidida a devolverle el favor. Así que me amarré el cabello y me puse en cuatro, a modo que él pudiera ver mi cara mientras se lo chupaba. 

Empecé igual que él, despacio y dando lengüetazos a su cabeza, dejándolo que disfrutara de mis labios, como si estuviera dándome por la boca. 

Comencé a metérmelo más y un poco más hasta topar con su abdomen musculoso. Mientras su miembro estaba dentro de mi boca y topando con mi garganta, él acariciaba mi cabello y mi rostro, un tanto tierno. 

Pero después de lo que le hizo a mi ‘almendrita’, yo sabía que lo que hacía era prepararme para una manera salvaje de coger. Así que tomé aire y me dejé llevar. 

Él tomó entre sus manos mi cabeza y a su ritmo comenzó a cogerme por la garganta, podía sentir cada centímetro de él bajando por mi cuello y quedándose bien adentro. 

A ratos me lo metía tan profundo, que sus piernas temblaban y sus ojos se ponían en blanco. Tomaba pausas para respirar y continuábamos, me encantó que tomara el control de esa manera, que me diera a su ritmo y lo profundo que él quiso. Pude sentir cómo palpitaba en mi garganta su ‘pepino’ y como sus gemidos eran más fuertes, supe que estaba a punto de terminar, pero yo quería sentir toda esa energía en mi centro, así que me hice para atrás y lo acaricié para relajarlo. 

Tenía que encontrar la forma de mantenerlo prendido, pero sin que estuviera a punto de terminar pues sabía que, al sentir mi ‘almendrita’ caliente y apretadita, podría explotar al instante, y mi plan era probar diferentes posiciones con él, vuelvo a decirlo, meramente laboral, para ver que tuviéramos química y se viera bonito para cuando grabáramos.

Así que escupí en mi mano y comencé a masajear esos ‘kiwis’, mientras con mi otra mano acariciaba suave su miembro. Necesitaba un poco de tiempo para respirar, pero mi ‘almendrita’ ya estaba escurriendo. Ese jugo corría por mis muslos y se hacían ríos de mi flujo, que dejaban ver que estaba hinchada y lista para recibirlo.

Estoy tan emocionada por contarles cómo me dio ‘hasta para llevar’, pero esto merece su relato completo para que sepan cómo me acomodó y cómo me sentí en cada embestida; fue glorioso. Así que tenemos una cita la próxima semana. Les adoro de manera infinita.

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