Helena Danae regresó de vacaciones y así le dieron la bien... venida

Mis amores, tengan ustedes un excelente inicio de mes. Hoy les traigo relato delicioso y es que me aventé varios días fuera de casa, porque a veces hace falta para poder darte un respiro de todo, incluyendo a tu pareja.

El caso es que volví por fin y lo había extrañado mucho, y más a su amigo que trae entre las piernas. 

Llegué a casa a las 4 de la mañana por todo el tráfico que había en las carreteras por el ‘puente’ de Semana Santa, pero agarré fuerzas de donde pude para llegar a hacerlo súper rico. 

Y es que después de una semana de no hacer nada de nada (la verdad es que fueron casi dos, porque se atravesó mi periodo antes de irme), pues ya tenía que desquitar todas esas ganas. 

En cuanto llegué fui al baño, me lavé los dientes, me di una perfumada (porque el viaje fue demasiado largo) y me desnudé. Me subí sobre su espalda y comencé a rascarla, lo fui relajando y, de pronto, él se giró y me dejó debajo. 

Abrió mis piernas con sus piernas, tomo mis manos con una de sus manos y con la otra apuntó su miembro duro y punzante contra mi centro.

Así lo metió, luego de haberlo acariciado y olerlo, tras largo tiempo... eso fue suficiente para humedecerme. 

Durante las vacaciones estuve haciéndome ideas de cómo lo haríamos súper delicioso cuando estuviéramos juntos. 

Primero me abrazó por el cuello y siguió embistiéndome, mientras yo levantaba mi cadera para que tuviera mayor acceso a mi centro. 

Podía sentir cada centímetro de él dentro de mí, mi almendrita se mojó tanto que su miembro entraba sin problemas; comencé a masturbar mi clítoris con mis dedos y él mojó su pulgar con mi jugo y lo metió entre mis nalgas. Estaba preparando el terreno.

Al ver que entraba sin problema y que estaba dilatada, sacó su miembro hinchado y lo metió de a poco en mi puerta trasera, así continuó hasta que se vació en mí. 

Fui al baño a enjuagarme el lubricante que habíamos puesto poco antes de terminar, porque por la acción se terminó mi jugo y necesitábamos refuerzo para que su miembro resbalara rico y pudiera terminar dentro de mi puerta trasera. 

Así fue mi bienvenida, después de unas largas vacaciones. ¿Les gustaría recibirme así? Les mando todo mi amor y espero con ansias que la próxima semana sea hermosa para tod@s.