Cómo abordar la pornografía y el sexo con los jóvenes

Es una realidad  que cada vez los contenidos a los que los pubertos y adolescentes están expuestos por todos los medios es cada vez mayor, y escenas con carga erótica pueden estar simuladas o insinuadas incluso en películas infantiles, ya no se diga en las producciones calificadas para adolescentes y adultos, pero ¿cuándo y cómo es la manera más sana para enfrentarlos a estos productos sexuales?

Erika Lust es una ex actriz porno, que como primer paso para hacer cambios significativos en la vida de las mujeres en esta industria, realizó contenidos pornográficos donde la mujer se empodera en su sexualidad, toma decisiones y hay una historia, pero su inquietud en el tema dio un giro más al ser madre y en 2017 lanzó el proyecto The Porn Conversation, una web, solo disponible en inglés con recursos destinados a padres y educadores para instruirlo en cómo abordar el tema del sexo y la pornografía en particular.

DESCARTAN EDUCACIÓN. En su opinión, esta industria no va a cambiar para educar, por lo que está en manos de padres y profesionales dejar de mirar para otro lado y hablar de pornografía de una vez por todas, por eso expresa que se necesita un ejército de educadores sexuales (los padres) pues si un niño ha tenido una educación sexual que va más allá de cómo funcionan los coitos y el preservativo; si se enseña a respetar a las parejas, a escuchar y a entender que las relaciones eróticas y la satisfacción tienen que ver con dos deseos, cuando el niño vea porno y compruebe que no refleja nada de eso, pensará: ‘Este no es el mundo real’, y ahí terminará el conflicto.

HABLAR CON LOS HIJOS. Lust y su marido han expresado que ellos a sus hijas les han explicado el sexo y el porno de forma muy natural, porque son personas abiertas y no les da miedo hablarlo, la diferencia única con otros padres es que la mayoría no sabe cómo plantear esa conversación, y ellos sí. Lust es sueca, el país que más en serio se ha tomado la educación sexual. Los menores, alrededor de los 10 y 11 años, en las escuelas tienen clases de biología y reproducción, con apoyo de sexólogos y ginecólogos con quienes hablan de relaciones sexuales, sentimientos, y la importancia y responsabilidad del consentimiento entre las parejas, al tener sexo.

Y es que como dice, tratar de poner freno a la tecnología no sirve de nada, incluso en las mayoría de las ocasiones los controles parentales no funcionan, lo único que sí funciona, asegura, es la comunicación, la información y la conversación.

ES ESENCIAL. Lust asegura que la del  porno es una conversación tan esencial como lo es la del tabaco y el alcohol cuando llegan las primeras salidas nocturnas. No se trata ni de pornificar ni de sexualizar a los jóvenes, tan solo de darles herramientas para que entiendan su sexualidad, y es que la mente adulta en seguida relaciona sexual con coital, pero no es así: es la educación de los sexos, de lo que significa ser hombre y ser mujer, y de aprender a entendernos, encontrarnos y relacionarnos de la mejor manera posible, por ello es falso que la educación sexual genera libertinaje.

Y es que en la pornografía hay un modelo de relación entre hombres y mujeres desigual, y lo más grave es que es muy parecido al que sale en otro tipo de películas. Lust expresa que la pornografía no sería un problema, siempre y cuando una sociedad tenga bien integrada la sexualidad, y el resultado sería un enorme bienestar social.