¿El clima se puede controlar a placer? Tremendas lluvias en Dubai desatan conspiraciones

Esta semana dieron la vuelta al mundo las imágenes del aeropuerto de Dubai completamente inundado. 

La pista de aterrizaje quedó bajo las aguas tras las intensas lluvias, que jamás habían sido registradas en esta zona de desierto. 

Las principales agencias de noticias hablaron de "un fenómeno meteorológico histórico jamás documentado desde el inicio de la recopilación de datos en 1949". 

Incluso las autoridades pidieron a la población que no saliera de casa en las horas en las que las precipitaciones fueron más fuertes. 

Para que entiendan la magnitud de lo ocurrido, en un año en Dubai se registra un promedio de 94,7 mm, mientras que solo durante el pasado martes, se registraron más de 142 mm ¡Solo en 24 horas! Lo más inquietante de todo es que estas lluvias no habrían llegado de manera natural, sino fruto, al parecer, de las modificaciones del clima que están llevando a cabo las autoridades de los Emiratos Árabes Unidos. 

Estamos hablando de una práctica conocida como "siembra de nubes", que consiste en el vuelo de pequeños aviones que atraviesan las nubes quemando bengalas especiales que provocan que esas nubes tengan mayor capacidad de lluvia, es decir, que provoquen mayores precipitaciones. 

Diversos medios de comunicación han citado informaciones procedentes del Centro Nacional de Meteorología de este país, quienes aseguraron que, antes del comienzo de las lluvias el pasado lunes, se habían fletado seis o siete aviones de este tipo.

De hecho, la prestigiosa agencia "The Associated Press" dio a conocer datos de vuelo de una aeronave que habitualmente se dedica a la siembra de nubes para el estado emiratí y que según dicha información voló sobre Dubai el lunes, el día en el que comenzaron las tormentas. 

A pesar de estas revelaciones, el estado emiratí, que se caracteriza por su férreo control de la información y su falta de transparencia, a través de diarios vinculados con el gobierno, aseguraron que no realizaron vuelos de siembra de nubes el pasado martes, día de mayor intensidad de esta crisis climática. 

Si ya de por sí el cambio climático provocado por el ser humano está provocando sequías inundaciones y situaciones extremas que son cada vez más frecuentes, ¿No es todavía más grave que además de estos fenómenos naturales tengamos que aguantar modificaciones del clima artificiales que, a la luz de lo ocurrido en Dubai, claramente no saben controlar? ¿Los compuestos de esas bengalas que encienden en las nubes son tóxicos para el ser humano así como la flora y la fauna? ¿Qué hubiera pasado si las lluvias en Dubai hubiesen provocado un accidente aéreo? 

Son muchas las preguntas que permanecen sin respuesta, vinculadas a decisiones unilaterales de países que no tienen en cuenta la opinión ciudadana. Decisiones que afectan no solo a un país, si no a toda la humanidad, y que toman por nosotros sin darnos la oportunidad de valorar si realmente merece la pena que estén modificando el clima sin control. Sin duda, vivimos tiempos apocalípticos.