acude a un centro de atención al talento
Niño pasa de buleado a sobredotado, en Toluca
Eryx es un niño genio que ha sido blanco de burlas, pero ahora se siente como “pez en el agua”
(Foto: Lucía Godínez)
Por Perla Miranda
Eryx tiene nueve años, su coeficiente intelectual es de 130 y se considera un niño sobredotado. Aunque en su familia no hay ningún médico, él sueña en convertirse en uno y especializarse en neurología y cardiología.
El Día del Niño lo celebró con sus compañeros de la escuela en un salón de fiestas y espera que sus papás le regalen Legos.
EL BULLYING
Ser niño genio no ha sido tan fácil. Recuerda que en su anterior escuela, los niños le hacían burla y lo molestaban porque todo el tiempo quería participar, incluso los maestros le pedían que no se adelantara con respecto a los otros alumnos.
El bullying no cesó, por lo que sus padres decidieron aplicarle pruebas que permitirían saber si era un niño “sobredotado”; ahí descubrieron que su IQ era más elevado que el de los demás y lo cambiaron de escuela.
Cursa sexto grado de primaria, sus clases y el ritmo de aprendizaje han cambiado, ahora sus materias favoritas son matemáticas, física y ciencias médicas.
Explica que está aprendiendo inglés “porque es el lenguaje universal” y chino mandarín “porque cuando viaje a un lugar donde se hable ese idioma, podré entender”.
Cuenta que esta escuela, el Centro de Atención al Talento, le gusta más que la anterior, en la otra no se adaptaba y aquí sus amigos no lo molestan.
El hobbie favorito de Eryx es estudiar y aprender, a la escuela entra a las 8:00 de la mañana y sale a las 7:00 de la noche; en sus tiempos libres disfruta de una buena lectura.
Sus días son largos, inician a las 5:00 de la mañana. Una vez que desayuna y se alista, sale de casa con su papá, quien trabaja en la Ciudad de México. El camino dura poco más de dos horas, puesto que vive en Toluca, Estado de México.
Pese a la excursión diaria, dice que no extraña su antigua escuela porque aquí aprende algo nuevo todos los días y los maestros no lo limitan.
Eryx comenta que la educación en el país no es tan variada y “no está muy bien”, quisiera que todas las escuelas fueran iguales, en donde los niños tengan la oportunidad de explotar su potencial y en donde los profesores se den el tiempo de enseñar.
Su salón es pequeño, no más de 12 niños. Todos prestan atención al profesor que explica todo acerca del corazón. Eryx levanta la mano en un par de ocasiones, no le apena participar.
Como Eryx quiere estudiar medicina, se ha interesado en investigar sobre el cuerpo humano, realiza una investigación sobre el caos que se vive en el organismo de los seres humanos.
Su trabajo consiste en aplicar modelos matemáticos “y hacer descubrimientos que aporten a la ciencia y a la salud”.
Al salir de las aulas, espera a su papá. Aunque otros niños le digan que su vida se le va en estudiar, Eryx dice que sabe divertirse, pues gusta de crear figuras con Legos. Los deportes también son parte de su vida, el ciclismo es su favorito. Al despedirse, Eryx le pide a todos los niños del país que traten de aprender algo nuevo todos los días.