Vecinos amenazan a ladrones en la GAM
Cansados de los robos, decidieron colgar mantas en varias colonias de la delegación
En las calles de la delegación Gustavo A. Madero algo nuevo está pasando. Las mantas colgadas en sus calles, al más puro estilo de las bandas del crimen organizado, son una clara advertencia de los pobladores: “Ratero, los vecinos están unidos, si te atreves a robar ¡te vamos a linchar! Piénsalo antes de actuar”, dicen los mensajes.
Igual que en algún poblado de la sierra, donde cualquier delito puede ocurrir y los pobladores castigan a los delincuentes con sus propias manos, en la GAM los vecinos han hecho una declaración contundente ante la inacción de la autoridad.
A los habitantes de las colonias Nueva Atzacoalco y Vasco de Quiroga les falta tiempo y dedos para contar las historias de inseguridad que han vivido durante las últimas semanas: una pareja baleada a plena luz del día en una avenida principal; un hombre asaltado en medio de la procesión de Jueves Santo a la vista de todos; un robo a una casa donde golpearon a los hombres presentes y violaron a las mujeres, e incontables atracos a transeúntes a todas horas. No hay versiones distintas de la misma historia: todos los colonos coinciden en cada detalle.
En la esquina de Juan Bosco y Ferrocarril Hidalgo, colonia Vasco de Quiroga, está el límite de una nueva unidad habitacional que, según los vecinos, ha sido escenario de múltiples robos e incluso, el secuestro de una de sus habitantes, a la que retuvieron en otro departamento de su propio condominio.
Por ello, afuera de la unidad y en cada esquina del camino hacia la avenida Eduardo Molina se observan esas mantas con frases contundentes.
Un dato importante es que la frontera entre Gustavo A. Madero y Cuauhtémoc es la zona de Tepito, factor al que los habitantes de GAM atribuyen el aumento en la inseguridad, argumentando un “efecto cucaracha” del cual, consideran, necesitan defenderse.
Cumplen amenazas. El pasado 17 de abril, un hombre intentó asaltar un autobús sobre la avenida Loreto Fabela, a la altura de la colonia Campestre Aragón, pero murió a manos de un pasajero que portaba un arma y se defendió del ataque.
A principios de mayo, dos hombres entraron a robar a una casa ubicada en las calles 314 y Eduardo Molina y al salir con el botín de 200 mil pesos, encontraron a la policía que ya había sido alertada del atraco. Intentaron repelerlos a tiros y se formó una balacera que dejó un oficial y un asaltante heridos.
En esta lista de advertencias, están las colonias La Joyita, reconocida como una de las más peligrosas, y Tablas de San Agustín, donde mantas ‘gritan’ el hartazgo frente a los ataques de la delincuencia.
Un robo a una casa impulsó a los vecinos de la calle Norte 60-A para solicitar a la delegación que les permita cerrar la calle con una reja. Sin embargo, esto no se pudo así que colgaron mantas en las dos esquinas para, al menos, tratar de disuadir a los ladrones.
De esta forma, prefieren confrontar a la delincuencia en lugar de denunciarla. “Ellos (las autoridades) no hacen nada”, dicen.
Por Claudia Altamirano