ADVIERTE LA UAM QUE SOBREEXPLOTACIÓN DEBE FRENARSE
Refresqueras acaban con acuíferos de la Cuenca del Valle de México, alertan
Más de 7 millones 900 mil metros cúbicos de agua extraen al año 16 embotelladoras
Sandra Hernández
La sobreexplotación de agua por las compañías refresqueras y embotelladoras amenaza con agotar los mantos acuíferos que abastecen a la Zona Metropolitana del Valle de México, alertó la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
La investigación realizada por académicos de esa institución, se basó en la evaluación de siete cuerpos subterráneos, que son sobreexplotados por 16 empresas, que extraen alrededor de 7 millones 900 mil metros cúbicos de agua por año, lo que equivale a 6.5% respecto del recurso subterráneo empleado por la industria manufacturera de la Cuenca del Valle de México.
Como resultado de esta acción, el acuífero de la Zona Metropolitana de la CDMX fue declarado en extinción; el de Texcoco en grado extremo, y los de Cuautitlán-Pachuca y Chalco-Amecameca, en nivel alto.
Ganancias. La maestra en Ciencias e Ingeniería Ambientales por la Unidad Azcapotzalco, Anahí Lanuza García, explicó que en 2016, las empresas refresqueras y purificadoras alcanzaron una producción de un valor de 32 mil 249 millones de pesos, en contraste con los beneficios netos obtenidos que fueron de 762 mil 514 millones de pesos.
“Es decir, por cada metro cúbico extraído, logran ganancias de mil ocho pesos con 21 centavos, lo que equivale a un peso por litro”, manifestó.
Abundó que, de acuerdo a la Ley Federal de Derechos, el costo de la extracción de agua es 19.82 pesos por metro cúbico, lo que considera “muy poco” en comparación con la recaudación, sin contar con que la Conagua no ha revisado qué tanto recurso se ha sustraído ni quién lo hizo.
Dijo que todas aquellas personas físicas o morales que tengan una concesión para explotar agua del subsuelo con fines industriales, se les debe aplicar una tarifa adicional al pago, debido a que sustraen cantidades grandes de agua, “sólo así las corporaciones de bebidas no alcohólicas que estén causando daño al ecosistema están obligadas a dar una indemnización”.