En la Ciudad de México
Salón Los Ángeles llega a los 80 años con placa y baile que conquistó a todos
Su siempre reluciente pista de madera es testigo primitivo de la visita de miles de personas
(Foto: Javier Ramírez, El Gráfico)
Lugar histórico, sitio turístico, un museo en el cual se puede regresar el tiempo; aquí la música nace y no muere, es el emblemático Salón Los Ángeles, el más antiguo en la historia de la Ciudad de México, pues llegó a los 80 años de vida.
Este miércoles por la tarde-noche el recinto ofreció un baile en el cual fue develada una placa conmemorativa por parte del jefe de gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera.
En una visita express al recinto, detalló que se busca un rescate "muy importante del Salón Los Ángeles", para que permanezca como centro recreativo y cultural.
Su siempre reluciente pista de madera es testigo primitivo de la visita de personalidades como Frida Kahlo, Diego Rivera, María Félix, Mario Moreno Cantinflas, Adalberto Martínez Resortes y Gabriel García Márquez. Ellos sabían desde entonces que en este santuario del baile, se disfrutaba al máximo de la mexicaneidad con una mezcla musical traída de otras tierras.
Ochenta años han pasado desde que se convirtió en epicentro de la gozadera, en la calle Lerdo número 206 de la colonia Guerrero, en el Barrio de Los Ángeles.
Don Miguel, nieto del dueño de este recinto, tomó las riendas del lugar en 1972, con miras a vender el salón, sin imaginar que 45 años después, estaría luchando por mantenerlo más vivo que nunca.
En entrevista con El Gráfico, comentó que el sitio ha prevalecido debido a la cultura que representa, y que ha sido preservado tal y como se inauguró, con mínimos cambios en su estructura.
Las puertas de este lugar vieron llegar y despedirse a grandes figuras de la industria musical como Dámaso Pérez Prado, el rey del mambo, del cual existe un altar en el recinto. Asimismo, Miguel Faílde y Pérez, cubano creador del danzón, Agustín Lara, Luis Alcaraz y Celia Cruz, aunque también aquí ha sonado el rock.
Sus paredes apenas iluminadas por lámparas de no más de 60 watts, crean un ambiente perfecto para dejarse llevar por las orquestas y cantantes que suenan a todo lo que da, haciendo que esa música se convierta en un chorro caliente que se resbala de pies a cabeza, e invada los cinco sentidos de las miles de personas que caben en su interior.
A sus ochenta años, el Salón los Ángeles, como sitio de entretenimiento de alta calidad y bajo costo, lucha por prevalecer entre las nuevas generaciones, fomentando el sano hábito del baile todos los martes y domingos.