Apapachan a difuntos en Iztapalapa

Fanny Ruiz

Con flores, ofrendas y música, vecinos de Iztapalapa recordaron a sus seres queridos que reposan en el Panteón Civil de San Lorenzo Tezonco.

Algunos llegaron desde las ocho de la mañana para comprar rosas, gladiolas, nube, palma, cempasúchil y otras flores para adornar las tumbas. Los precios variaron según el puesto, había ramos surtidos desde 10 hasta 60 pesos; la docena de rosas se ofreció en 150 y las macetas de cempasúchil a 20.

Los accesos al panteón fueron invadidos por puestos, no sólo de flores, sino de comida y frituras. La mayoría arribó a pie, otros prefirieron acercarse a la tumba de sus parientes en carro o en mototaxi y bicitaxi.

LÁGRIMAS Y RISA

En el cementerio predominó la alegría, pero también hubo nostalgia y tristeza de quienes aún no superan la muerte de un familiar.

Para Bernardo esta fecha es complicada porque recuerda a su hijo que falleció hace nueve años a causa de un aneurisma, pero el dolor aún los invade a él y a su esposa.

En este camposanto no sólo la nostalgia estuvo presente, pues hubo quienes celebraron con música el hecho de poder reunirse con sus parientes que se adelantaron al Mictlán. 

Cincuenta pesos pagaron para escuchar canciones entonadas por mariachis, tríos o norteños. Otros llevaron grabadoras o bocinas para ofrecerle serenata a sus parientes.

Otros desayunaron con las almas de sus parientes. José Javier y su familia, llevaron carne de puerco en salsa roja con nopales, chuletas, frijoles y café. ‘Venimos a desayunar con mi papá, ya le limpiamos su tumba y la adornamos’, señaló José.