Mexicanos, amantes de la piratería

El problema de la piratería en México está latente, ya que tan sólo en la capital del país, 80% de los habitantes ha comprado ese tipo de productos en el último año, de acuerdo con la encuesta de hábitos de consumo de productos apócrifos del Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI).

En 2014 se decomisaron en el país 6 millones 100 mil productos por un valor de 17 millones de pesos, además de que se impusieron multas por 43 millones 419 mil pesos, afirmó el director general de dicha instancia, Miguel Ángel Margain. 

Además, en el primer mes del presente año se aseguraron 973 mil productos por un valor de 782 mil pesos y se generaron multas por un millón 524 mil pesos. El problema se concentra en audio, video y software, ante lo cual el IMPI realiza campañas de concientización.

Sin embargo, el Comité Intersecretarial del Combate a la Ilegalidad del gobierno federal calculó que la economía ilegal asciende a 250 mil millones de dólares anuales, afirmó el presidente de Fomento Industrial de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra), Juan Manuel Chaparro Romero.

El problema es que la venta de piratería predomina en 80% de la economía informal y se estima que este ilícito creció 34% de 2009 a 2013. Se estima que el año pasado su crecimiento fue de aproximadamente 9%, agregó.

La American Chamber of Commerce de México (Amcham) aseveró, en su estudio más reciente que el gobierno dejó de recaudar 2 mil 780 millones de pesos anualmente a causa de la piratería, mientras que el daño a las manufactura nacional es de 75 mil millones de dólares.

El IMPI es responsable de imponer sanciones al uso ilegal de los derechos de las empresas e intervenir cuando haya afectaciones.

Margain afirmó que ha habido avances en el combate a este delito, como lo es la baja del uso de software ilegal, que de 65% retrocedió a 54% entre 2005 y 2013.

Además, hay una mayor conciencia sobre la importancia de patentar descubrimientos, modelos o diseños industriales, de manera que en 2014 se registró un crecimiento de 3.73% en el número de solicitudes, que ascendieron a 20 mil 924.

La mayor parte de esas solicitudes se generó en el Distrito Federal, Estado de México, Jalisco, Nuevo León y Guanajuato.

En cuanto a registros de marca, detalló que en 2014 también hubo un aumento de 10%, y se incrementaron sobre todo por la vía de internet.

Margain dio a conocer que el IMPI ya cuenta con el certificado Verafirm, que avala que el software que se usa en las computadoras de escritorio, laptops y dispositivos electrónicos del instituto es legal, a fin de demostrar que el buen juez por su casa empieza.

A su vez, la Business Software Alliance busca que las empresas mexicanas, de India y Brasil, entre otras más, certifiquen que utilizan software legal. Ya se logró que en México haya cuatro certificaciones, entre ellas las del Servicio de Administración Tributaria (SAT), de la Secretaría de Economía y del Fideicomiso del Fondo Minero, explicó la directora jurídica y vicepresidenta de la BSA, Jodie L. Kelley.

Tan solo en enero pasado, el IMPI recibió 189 solicitudes para iniciar un proceso ante quien resulte responsable por utilizar ilegalmente marcas comerciales y por la afectación a empresas y personas físicas, dijo Margain.

Aseguró que “hay mucho por hacer”, a pesar de la baja que ya ha registrado el uso de software y productos piratas. En el caso de la utilización de productos apócrifos digitales, es importante promover políticas públicas que garanticen procedimientos justos, destacó.

Por Ivette Saldaña