Acuden a ceremonia sólo familiares e invitados especiales
La última morada de Fidel Castro
Raúl Castro, hermano del Comandante, deposita las cenizas en un memorial de piedra, en Santiago de Cuba
Foto: EFE
Por Sonia I. y José M.
En Santiago de Cuba. La caravana salió poco después de las 06:30 horas de ayer con las cenizas de Fidel Castro de la Plaza de la Revolución Antonio Macedo, para su último viaje con destino al cementerio de Santa Efigenia, en Santiago de Cuba.
El cortejo fúnebre fue escoltado por una valla de santiagueños que madrugaron para poder dar el último adiós. Con el grito: ‘¡Yo soy Fidel!’, que durante cinco décadas estuvo al frente del gobierno cubano.
Los cubanos tuvieron que esperar hasta la tarde para ingresar al cementerio y ver desde lejos el lugar donde fue depositada la urna con las cenizas del líder de la Revolución Cubana.
Una ceremonia familiar. Oficiales con uniforme de gala, familiares e invitados especiales —entre ellos el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, y el de Nicaragua, Daniel Ortega— fueron los únicos autorizados para ingresar al cementerio. El pueblo y la prensa quedaron afuera.
La ceremonia inició con 21 salvas militares. La urna de Fidel Castro fue introducida por su hermano Raúl Castro, quien tras hacerlo realizó un saludo militar.
La cripta que contiene las cenizas de Castro es de roca redondeada; está cerca de la tumba del héroe independentista José Martí y está rodeada de palmas reales, el árbol nacional de Cuba.
Así concluyen nueve días de luto oficial decretados por la muerte de Castro, ocurrida el viernes 25 de noviembre.
El espacio en el que estarán los restos de Castro, cuyas causas de muerte están en secreto, tiene una placa que identifica al hombre que cambió estructuras políticas, sociales, económicas, militares y judiciales de Cuba y cuya muerte cierra uno de los periodos más dramáticos en su historia, sólo tiene un nombre: ‘Fidel’.
