Se vacían cárceles en CDMX por nuevo sistema penal acusatorio

Por Joel Ruiz

En las cárceles de la Ciudad de México se vive un fenómeno que desde hace décadas no se presentaba: se están vaciando.

Dos aspectos influyen de modo directo, la primera: cada vez están saliendo más reos, y el más importante: está llegando menos población a reclusorios, debido al nuevo Sistema de Justicia.

Cifras de la Subsecretaría del Sistema Penitenciario dan cuenta de ello. Cuando arrancó el sistema acusatorio en las 13 prisiones de la ciudad había 39 mil 223 hombres y mujeres. Para el jueves 2 de agosto, las autoridades reportaron 28 mil 957, es decir 10 mil 276 reos menos, una reducción del 26%, y se contempla que al concluir el año se llegue a 27 mil 304 reclusos. Lo que estadísticamente llama la atención es el tema de los ingresos, pues según datos históricos, en 2014 el promedio diario era de 55 personas y para este año son 10, una caída del 81.82%.

Dichos datos han sido utilizados por el jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, para explicar el crecimiento de la incidencia delictiva, refiriendo que el nuevo sistema se ha convertido en “puerta giratoria” que permite que detenidos salgan con mayor facilidad a las calles.

Dicha postura la comparte el encargado de las cárceles de la capital, Hazael Ruiz, quien considera que debe haber cambios al sistema de justicia y endurecimiento de penas para reincidentes. “Habría que revisar por cuáles delitos las personas deben o no acceder a la prisión preventiva”, explica.

LOS BENEFICIOS

Aunque el nuevo sistema también ha traído cosas positivas, como la despresurización de las cárceles, al grado que hoy Hazael Ruiz reporta que en 10 de las 13 prisiones ya no se registran problemas de sobrepoblación y hacinamiento.

“En el Reclusorio Sur, al día de día hoy (2 de agosto) tenemos 4 mil 66 internos y la capacidad instalada es de 5 mil, por ejemplo. Otro que ya no presenta sobrepoblación es el Centro de Readaptación Social de Santa Martha; tenemos 13 centros de reclusión y de los 13 sólo en tres hay sobrepoblación, que son los Reclusorios Oriente, Norte y la Penitenciaria de Santa Martha”, explica.

Dice que una menor población en las cárceles mejora la capacidad de atención a los internos, reduce el hacinamiento y también se tienen mejores sistemas de control de la población, se reduce la carga de trabajo para custodios y se eficienta la atención a visitantes.

Otro beneficio, dice Ruiz, es que se lograron eliminar las “cabañas” de visita familiar.

Aunque el problema sigue presentándose en cuatro de los tres centros más grandes, “estos tres centros albergan al 70% de la totalidad de reos que existen en la ciudad y lo que se está haciendo es despresurizarlos, enviándolos a otras cárceles en las que existen mayores controles”.

 Hay una gran oposición de los reos a los traslados, por lo que promueven amparos para regresar; en las últimas tres semanas, ganaron 12 juicios de amparos.