qUE NO HAY LANA PARA LIMPIAR

Un mar de desechos, en presa de la Álvaro Obregón

La presa Becerra está colmada de toneladas de basura, animales muertos y hasta muebles

Armando Martínez, El Gráfico

Armando Martínez, El Gráfico

Al día 08/06/2017 17:03 Actualizada 17:05
 

Aquí se encuentra de todo: sillones, colchones, estufas, refrigeradores, tanques de gas, madera, tubos y por donde uno mire, botellas de plástico y objetos de cualquier tamaño, color y forma. No es un mercado de chácharas, se trata de la presa Becerra, sobre calzada Jalalpa, en la colonia Lomas de Becerra, delegación Álvaro Obregón.

El lugar se ha convertido en un enorme depósito de basura, comentan los vecinos. Muchos de los desperdicios llegan desde las colonias asentadas en la parte alta de la demarcación como: San Bartolo, Jalalpa, La Cañada, Santa Rosa e, incluso, de Santa Fe.

La presa desde hace años se ha convertido en el vertedero a donde “llega toda la porquería y se junta”, como dice doña Rosa, quien asegura que la acumulación de desperdicios es un problema de hace muchos años y ninguna administración lo ha resuelto.

Entre las cañadas que rodean el lugar se pueden ver desperdicios de cualquier tipo. Por increíble que parezca, hay colchones atorados en los árboles, sillones recargados en la orilla y hasta autos abandonados. 

Este año, a diferencia de otros, no se retirará la basura del caudal de aguas negras ni habrá mantenimiento. La razón, según los vecinos, es porque las autoridades les informaron que no hay presupuesto. Por ello, hasta el siguiente año los habitantes tendrán que convivir con las miles de toneladas de basura que se pueden observar desde sus casas.

Mencionan que en temporada de lluvias es cuando la corriente del río crece, se llega a desbordar y las calles aledañas quedan invadidas de desperdicios, como pasó el pasado viernes.

En el caudal, también se llegan a encontrar animales muertos, refieren trabajadores del Sistema de Aguas, quienes desde el pasado martes intentan remover los desperdicios para evitar que una de las compuertas del sitio se tape. 

Y aunque hace un año se realizó el desazolve en la zona, autoridades no llevan a cabo acciones periódicas para limpiar en su totalidad la presa, que en temporadas de calor se convierte en un foco de infección por la fauna nociva que se genera, además del fétido olor que se desprende. 

BUSCAN A MUERTITO. En este mar de basura, desde hace tres días Juana Carrillo, junto con sus familiares, buscan el cuerpo sin vida de su hermano, un hombre de 38 años. Él cayo al caudal el pasado viernes por la noche, tras ser arrastrado por la corriente crecida. Con cajas de plástico han trabajado para retirar los desperdicios y des-yerbar, trabajos que deberían realizar las autoridades, dice doña Juana. 

El cansancio se ve reflejado en el rostro de la mujer y sus familiares, quienes no han detenido la búsqueda; sólo el primer día contaron con el apoyo de los bomberos que, ante el fracaso del rastreo, se fueron. Aunque tienen ganas de seguir, sus fuerzas se ven mermadas cuando entre las cajas de plástico que utilizan para remover las aguas, lo único que logran sacar es basura y más basura, sin verle fin a los desperdicios que allí se acumulan.

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