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Lodo acaba con pertenencias de habitantes al sur de CDMX

Hogares de San Bartolo El Chico, en Xochimilco, padecieron el desborde del río San Buenaventura

(Foto: Hugo García | El Gráfico)

Al día 08/09/2017 11:34 Actualizada 10:22
 

Adriana tiene ocho meses de embarazo y ayer fue sacada de su vivienda en una camilla. No fue porque presentara alguna complicación, sino que pasar entre la anegación y los montículos de lodo acumulados en calles de San Bartolo El Chico, en Xochimilco, ponían en riesgo su salud. 

Mientras era llevada en la camilla, veía a su paso el desastre que había dejado el desbordamiento del canal de aguas negras San Buena Aventura. Vehículos dañados, casas inundadas y repletas de lodo era el panorama que tenía a su paso cuando la rescataban del lugar.

La calle Rincón del Lirio era una de las vías más afectadas. Ahí estaba una camioneta Voyager atrapada entre un poste y el tronco de un árbol. 

(Foto: Hugo García | El Gráfico)

Vecinos contaron que fue la fuerza del agua lo que provocó que el vehículo fuera arrastrado, para que después le cayera en el cofre el tronco de un árbol, mismo que fue derribado por el caudal. Sobre esa calle todo a su paso eran montículos de lodo e inundación. Decenas de trabajadores de limpia de la delegación utilizaban palas para sacar el fango del interior de las viviendas. 

María del Pilar Rodríguez, de 54 años, llegó ayer por la tarde a su domicilio, luego de una jornada de trabajo. Al llegar se dio cuenta que sus pertenencias estaban flotando entre aguas negras. 

Contó que parte del zaguán quedó destrozado por la fuerza de la corriente que se introdujo a la vivienda. 

Y al interior, en el primer piso, entre el agua —cuyo nivel subió a más de un metro— flotaban sus cosas. 

se queda sin zapatos. “Todo se perdió, no tengo ropa que ponerme, los zapatos que traigo puestos son los únicos que me quedaron, todos se echaron a perder”, dijo doña Pilar, quien vive en la zona desde hace 17 años y junto con su esposo y su madre coincidieron que es la primera vez que ocurre un desastre de esta magnitud. 

Ella continúa rescatando algunas de sus pertenencias, mientras que una decena de empleados de la delegación sacan a paladas todo el lodo acumulado. 

En el número 27, policías utilizaban dos grúas para lograr sacar el mismo número de vehículos del patio de la casa, donde habían sido estacionados. 

Y es que la fuerza del torrente fue tal, que logró tirar parte del zaguán y provocar que ambos automotores se impactaran, dijo don José Luis, quien usaba una cubeta para sacar el lodo de su casa. 

Un trascabo retiraba los montículos de tierra que habitantes continuaban sacando de sus viviendas. También fueron afectadas casas de las calles Rincón de las Azucenas y Cerrada de los Nardos, a su cruce con Prolongación División del Norte.

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