el peligro viaja sobre ruedas
Metrobús ha cobrado más de 100 vidas en 8 años
De 2008 a julio de 2016, más de 100 personas han sido atropelladas por alguna unidad articulada
Imagen: Archivo El Universal
E. Hernández y C. Méndez
En junio de 2005 el sistema de transporte público Metrobús comenzó a operar en la Ciudad de México. Tres años después, en enero de 2008, la unidad 27 que transitaba por la avenida de los Insurgentes cobró la primera víctima mortal. Un hombre de 50 años murió al ser arrollado por el camión. Desde entonces hasta julio de 2016, tres capitalinos han muerto cada año, en promedio, en accidentes con estos autobuses.
En total, se tiene un registro de 115 atropellados, de los cuales 28 no soportaron la embestida de la unidad, según la información entregada vía transparencia. El peor año de accidentes parecía ser 2015. Los datos muestran que 21 peatones se cruzaron en el camino del Metrobús. Pero 2016 podría doblar esta cifra; tan sólo de enero a julio se tienen reportados 18 incidentes. Cada año se reportaron al menos 12 atropellados por el Metrobús.
Ti Kip Fernández tenía 31 años y acababa de obtener una beca para estudiar un posgrado en Suecia. El 9 de enero de 2014 sus planes se acabaron. La joven fue arrollada por la unidad 059 del Metrobús en la esquina de Insurgentes y la calle Encanto. A 100 metros de la estación Olivo quedó su torso destrozado, su cráneo abierto y restos de masa encefálica en el pavimento.
La tarde del accidente, Luz del Carmen Vilchis, madre de Ti Kip, arribó al Hospital de Xoco. Al llegar sólo encontró el cuerpo, aún tibio, de su única hija. También le entregaron una bolsa con las pertenencias ensangrentadas de Ti Kip.
ZONAS DE MIEDO
Los alrededores de las estaciones Tacubaya, sobre Parque Lira; Tres Anegas, en calzada Vallejo, y los cruces con Insurgentes y avenida Reforma, en la zona Centro, son los más peligrosos para los que van a pie. Tres de cada 10 atropellamientos (33) ocurrieron en estos tramos.
En cuatro de cada cinco accidentes (99), la culpa se le atañe al peatón, según los datos oficiales. En 64% se indica que el incidente fue ocasionado por cruzar la avenida sin precaución o no hacerlo en el paso de cebra. Pero la responsabilidad podría no recaer ni en el conductor ni en el ciudadano de calle. “Hay más culpa en quienes fueron encargados de diseñar el sistema. El ingeniero de diseño tiene que trabajar considerando cómo se comportan los peatones”, explica Ulises Navarro, especialista en transporte público.
En el caso de Ti Kip la culpa recayó sobre ella. El chofer del Metrobús declaró que circulaba a 40 kilómetros por hora y que no vio a la joven, pues al cruzar la calle pasó entre dos camionetas. Los peritajes posteriores determinarían que la unidad circulaba a 30 kilómetros por hora y habría tenido suficiente visibilidad y tiempo para evitar el siniestro.