En Edomex
En su apogeo robo de autos; en dos años aumenta 84 por ciento
Al día, células de chavos se apoderan de hasta cuatro autos que venden entre 8 y 15 mil pesos cada uno
(Foto: Archivo/El Gráfico)
Vamos a la oficina, así les decía Diana Labastida a jóvenes de menos de 20 años a los que ofrecía ‘trabajo’ en Acolman, Edomex. Ahí los dotaba de armas de fuego para despojar a ciudadanos de sus vehículos.
Labastida, de 38 años, lideraba células de robo de autos en Ecatepec; por día se apoderaban de hasta cuatro autos que vendían entre 8 y 15 mil pesos por unidad.
Un error en un operativo la hizo caer con integrantes de su grupo, el pasado 25 de enero; un taxi fue cateado y dentro había dos juegos de llaves de carros.
Autoridades del Grupo Táctico realizaron la investigación con los celulares y hallaron un grupo de WhatsApp llamado “Los Labastida”, ahí se comunicaban, enviaban fotos, precios de vehículos y ubicaciones de las operaciones de la policía.
Ellos son apenas una de las incontables células que operan este ilícito de alto impacto, que entre 2015 y 2017 se incrementó 84% en la cifra de denuncias presentadas ante el Ministerio Público (MP), según el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP). La violencia aplicada también aumentó 71%.
La Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS) catalogó a 2017 como año “histórico”, sólo con estadísticas basadas en autos asegurados; “el alza del robo de automóviles refleja una despresurización de las políticas de prevención del delito”, dice Carlos Jiménez, secretario ejecutivo de la AMIS.
EN AUMENTO. El tamaño del crimen se puede medir con las 157 mil 850 denuncias, de 2015, que pasaron a 161 mil 770, en 2016, y a 186 mil 896, en 2017, según el SESNSP.
EL MODUS. El modus operandi de las bandas —indican expedientes y agentes consultados— consiste en enviar a diferentes células formadas por tres a seis asaltantes, todos en un auto. Son jóvenes de 14 a 30 años que evitan las horas de tráfico y escogen avenidas principales.
A las víctimas se les cierra el paso con el vehículo, los amagan, los bajan y un integrante se lleva el carro a una zona alejada a “enfriar”, es decir, a dejarlo toda la noche para cerciorarse de que no tiene GPS y que no fue buscado por nadie.
Luego, los envían a un “corredor”, especie de intermediario que paga en efectivo. “El carro lo pagan dependiendo de la marca, de 8 a 15 mil pesos”, cuenta la fuente de la Fiscalía General del Edomex.
Estos precios coinciden con el informe de inteligencia al que tuvo acceso esta casa editorial, donde los “vehículos más comerciales y alterables” son los modelos Mazda, Vento, Aveo, Gol y Jetta. A excepción del Mazda, que alcanza los 18 mil pesos.
Después son vendidos en autopartes o clonados. Los autos como un BMW o pickups, son alterados en sus registros y enviados a otros estados, a la ruta hacia el sur, en Veracruz, y de ahí a Centroamérica. “Hacia el sur porque son más baratos, los sacan por Centro y Sudamérica”, explica el experto Francisco Rivas.
La clasificación de los más robados es la siguiente: camionetas costosas, autos chicos o medianos comerciales y transportes de carga.