Perrón el Año Nuevo Chino; descubrimos el secreto mejor guardado de sus danzas

Este inicio de año fue especial. Ayer, un león cachorro vio la luz de la vida por primera vez en la historia de la enigmática y mitológica creencia china, por lo que antes de la danza en público, tuvo una ceremonia de iniciación para que abriera los ojos.

En su primera presentación al público capitalino durante la celebración del fin del Año del Gallo y el inicio del Año del Perro de Tierra en el calendario oriental, su color rosado y aspecto apeluchado dejó a todos hipnotizados, y complacidos.

Fue así como en las calles de Dolores e Independencia, en la Ciudad de México, se dieron cita cientos de asistentes de todas las edades para formar parte de esta festividad en el concurrido barrio de origen chino, que tiene sus orígenes en los inicios de los años noventas.

Un arco asiático en la entrada sobre Juárez advierte la bienvenida a este edén de panes al vapor, galletas de la suerte e infinidad de amuletos, todos en color dorado con rojo.

Además, en este mundo en donde el 2018 representa el 4 mil 716 en esta cultura, la danza es uno de los elementos fundamentales y milenarios, pues con ella se atrae la prosperidad a los hogares y a la vida diaria.

Francisco Javier Pérez, de 38 años, fue el líder y encargado de que la muestra artística quedara perfecta, digna de una fiesta donde la energía positiva tiene que imperar.

Desde hace tres años participa como asociación independiente y atractivo principal, con al menos 25 integrantes de su escuela de artes marciales Shé Lóng de Kung Fu, fundada hace 17 años y con sede en Xochimilco.

Esta es la primera vez que participan niños en dicha muestra dancística, para la cual, cerca de media hora, se manipulan enormes piezas en forma de dragón y león, hechos en su base del más fino bambú y forradas con materiales y decorados de la más alta calidad, como papel y peluches.

La intención es ahuyentar a los malos espíritus, indica Francisco Javier, quien complementa la exhibición con armonía de tambores y platillos.

“La danza nos trae abundancia, buena energía, a todas las personas que estamos en el evento llena de esa energía, de esa motivación, al escuchar la música, se contagian de lo positivo”, menciona.

Agrega que “es algo desgastante el trabajo que se realiza, somos una escuela de artes marciales, la base para todo esto es el arte marcial, la condición física. Existen posturas muy básicas como lo es el caballo, arquero o paso vacío, que son posturas que requieren los leones”.

Paco empezó desde los siete años a practicar esta disciplina que tanto ama y goza, “el Kung Fu es un estilo de vida, todos nos vemos como una familia”, puntualiza con evidente cansancio y regocijo.

DATO

La tradición marca que lechugas envueltas en papel rojo deben ser colgadas afuera de los restaurantes en esta festividad, para ser bajadas alrededor de las 18:30 horas y que un león las deshaga, a fin de esparcir la abundancia para todo el año.

(Fotos de Javier Ramírez)