Se congela zona otomí de Temoaya

EN TEMOAYA. María Guadalupe Colín Chávez, oriunda de Temoaya, prefiere quedarse cerca del fogón que salir de su casa, debido a que el frío invernal se ha intensificado en estos meses en las partes altas de esta demarcación otomí.

El aire helado cala su pequeña vivienda de madera ubicada en la comunidad de Las Palomas, por lo que María tiene que recurrir a cualquier cosa para tapar los orificios que tienen las paredes y el tejado.

“Aquí todo el año hace frío. Pero más en diciembre, estaba duro, y ahorita se siente todavía más fuerte, ahora hasta que se acabe el invierno”, platicó María Guadalupe.

Enfermedades respiratorias y animales muertos son parte de los estragos del invierno, que este año han golpeado a los lugareños de comunidades como Las Palomas, las aledañas al Centro Ceremonial Otomí y la cabecera municipal.

Otros poblados desprotegidos son los que se encuentran en la parte alta de Xonacatlán, como San Miguel Mimiapan, y las de Jilotzingo.

SIN AYUDA. Tan solo en las comunidades cercanas al centro ceremonial otomí, al menos 300 personas empezaron a padecer las heladas, sin recibir hasta el momento ayuda.

“En esta casita vivimos, estamos sufriendo por la casa, ojalá se me dé una ayuda, ruego se me dé una oportunidad de que me ayuden a arreglar mi casa, agradecería si el gobierno, si el presidente de la República me apoyan, ojalá Dios quiera, que mueva sus corazones para que me apoyen a mi esposa y a mí”, suplicó con insistencia Juan, lugareño.

“Aquí vivo, aquí vivo con mi abuelito, solitos, nada más mi despensa me dan”, platicó Francisca, de 84 años.

Ante la llegada de la temporada invernal, los pobladores solicitaron cobijas, despensas y, principalmente, materiales para la reforzar sus viviendas, pues aseguran que los apoyos gubernamentales se quedan en el centro del municipio.

“Aquí todo el año hace frío. Pero más en diciembre, estaba duro, y ahorita se siente todavía más fuerte, ahora hasta que se acabe el invierno”.