Periodistas dicen #NoAlSilencio tras caso de asesinato

Francisco Reséndiz

A Javier Valdez lo mataron un lunes en Culiacán, allá, en su tierra; menos de 48 horas después, los periodistas llevan su indignación frente al presidente Enrique Peña Nieto y rompen el silencio: piden “justicia”.

Comunicadores entran al lugar. El Estado Mayor Presidencial los revisa con rigor, a fondo, antes de permitirles entrar; sin embargo, no les quita su voz.

El Presidente se reúne con Miguel Ángel Osorio Chong, secretario de Gobernación; Raúl Cervantes, titular de la PGR, y con 23 gobernadores. 

Como no se veía hace varios meses, la zona para camarógrafos y fotógrafos es insuficiente. En la mesa espera solitario el presidente de la CNDH, Luis Raúl González.

Casi a las 12:20 horas el Presidente entra al salón Adolfo López Mateos. No hay aplausos. Siguen los discursos. Es el turno del Presidente.

Cuando el Ejecutivo arranca su mensaje pide un minuto de silencio por los periodistas y defensores de derechos humanos asesinados. 

Pasan un par de segundos cuando desde la zona de prensa, entre cámaras, se escucha un primer grito: “¡Justicia!”.

Enseguida se oye otro: “¡Justicia!”, y luego otro: “No más impunidad”, otra voz lamenta: “Abren carpetas de investigación y no pasa nada, no las concluyen, ahí se quedan. ¡Justicia!”. El Presidente, los funcionarios y los gobernadores se quedan en silencio.

Ahí, en la mesa están los gobernadores de Chihuahua, Veracruz, Sinaloa y Guerrero, entidades donde se han registrado los más recientes ataques contra comunicadores.

El Presidente termina su mensaje. El evento dura 27 minutos. Peña se despide.

Llega hasta la zona de fotógrafos y camarógrafos. De donde salieron las voces que demandaban justicia. Peña insiste en que los crímenes contra periodistas no quedarán impunes.