Crece afán de reconstrucción, en Juchitán e Ixtaltepec

Dennis A. García

Han pasado 10 días del temblor que tuvo una intensidad de 8.2 que sacudió a la región del Istmo de Tehuantepec. La etapa de emergencia continúa por las más de 2 mil réplicas, mientras autoridades ya preparan la fase de reconstrucción.

Juchitán e Ixtaltepec son dos de los lugares más dañados de Oaxaca; desde temprano, como cada día, los helicópteros de las fuerzas armadas y de seguridad llevan víveres a zonas alejadas. Otro grupo de pilotos realizan sobrevuelos para la vigilancia.

Desde las alturas se ve la dimensión de los daños; los juchitecos lloran por los edificios históricos que no resistieron la fuerza de la naturaleza como el Centro Escolar Juchitán o la iglesia de San Vicente Ferrer. Los muxes se han quedado sin un lugar para asistir a misa; el único en el que eran aceptados.

Desde el helicóptero se observa la maquinaria operando para remover escombros y evitar brotes de infecciones.

En la remoción también participan los pobladores que se apresuran para ganar tiempo y estar listos para la siguiente etapa que es levantar a Oaxaca.

Mientras tanto, se ven pequeños puntos azules, que son las lonas que utilizan mientras hacen sus actividades en la calle, porque esta se ha convertido en vivienda improvisada para familias que evitan estar en su casa ante las réplicas que no paran.

Es ahí, en ese espacio donde preparan sus alimentos, instalan sus hamacas e intentan rehacer su vida, mientras comienzan a derribar las casas que quedaron severamente dañadas para reconstruirlas.

También se cuentan con albergues que son seguros y cuidados por elementos del Ejército Mexicano y la Marina. Algunos pernoctan ahí y otros sólo van a la hora que se sirven los alimentos.

Desde el aire se observa la construcción de espacios alternos para que los cientos de alumnos regresen a clases en zonas seguras.