A un mes del sismo, familias siguen sin saber si demolerán su patrimonio

Gerardo Suárez

Serena y León Rodrigo han invertido los días más recientes para rescatar todo lo que puedan de su departamento en un quinto piso. Con ingenio, la pareja ha sacado cosas hasta por la ventana con ayuda de cuerdas, pues a un mes del sismo del 19-S persiste la incertidumbre sobre el futuro de su edificio en Escocia 29, colonia Parque San Andrés, en Coyoacán, el cual es inhabitable.

En este domicilio vivían 48 familias repartidas en tres torres. La torre 2, en medio de las otras, colapsó sobre su estacionamiento, está ladeada y recargada en otro edificio, por lo que será demolida, sin que se sepa cuándo se realizará ese proceso.

Los residentes de las demás torres, como Serena y su pareja, dependen de esa demolición para saber si se pueden salvar los otros dos inmuebles, pues los expertos les han explicado que hasta quitar el edificio siniestrado, poder hacer estudios en las torres 1 y 3, se sabrá si se pueden reparar; sin embargo, estos estudios podrían costar cientos de miles de pesos, que los vecinos no tienen.

‘NO QUIERO REGRESAR’. “Pero la verdad yo viví aquí el terremoto y no quiero volver a esta casa así como está. Aunque me digan que se puede reestructurar, me da miedo. Entonces, sí necesitaríamos un buen estudio para quedar convencidos”, confiesa Serena Pérez Zanco, en compañía de León Rodrigo Valencia, quien se ha dedicado a subir hasta el quinto nivel y recuperar sus objetos de valor.

Serena vive desde los dos años en este condominio construido en 1980 y fue hace un par de años que compró la vivienda que habitaba en la torre 1, que desde el exterior da la impresión de no estar tan dañada, lo que constrasta con los muros fracturados y autos aplastados que se observan al entrar al patio y mirar hacia el edificio colapsado.

Ante la incertidumbre, Serena y su pareja, al igual que los demás condóminos de la torre 1 y 3 han buscado sacar la mayoría de sus pertenencias, pues temen que a partir del inicio de la demolición ya no puedan recuperar nada. Unos han tenido que saltarse por predios contiguos, debido a que el colapso del edificio no les deja otra opción.

Los vecinos piden apoyo al gobierno para absorber el costo de la demolición, pero también solicitan que se mejore la comunicación, pues “la información nos llega a cuentagotas, por ejemplo supimos que se demolería el edificio a través de los medios”.

Justo a un lado del edificio de Serena, está Escocia 33, un condominio horizontal de 10 casas, de las cuales hay una derrumbada y dos dañadas, de éstas últimas una es la del señor Sabás Bautista, quien cree que su vivienda puede rescatarse.

“No estamos pidiendo limosna, sino respuestas”, comenta don Sabás, quien, de ser el caso, teme no poder acceder a uno de los llamados “créditos blandos” que anunció el gobierno debido a que es un adulto mayor.

Sobre el destino de las familias de las torres 1 y 3, hoy ante un notario certificarán una petición para tirar el inmueble 2, pedirán que el gobierno asuma ese costo y que inicie el derribo cuanto antes para recortar la espera sobre el destino de sus viviendas.

(Foto: Alejandra Leyva | El Gráfico)