Vence el pudor y líbrate del cáncer de mama

Perla Miranda

Eliminar el pudor en las mujeres mexicanas para que se hagan estudios de tamizaje y detectar a tiempo cáncer de mama sigue siendo el principal reto al que se enfrenta el país para contar con diagnósticos tempranos y reducir la mortalidad de este mal, afirmaron especialistas.

En México, 80% de mujeres con cáncer de mama lo detectaron con autoexploración, “aún es típico que al salir de bañarse o al estar acostadas se palpen la o las bolitas, en ese momento es cuando acuden al médico”, dice Abelardo Meneses, director del Instituto Nacional de Cancerología (INCan).

Nereida Esparza Arias, cirujana oncóloga adscrita a tumores mamarios del mismo instituto, considera que se debe educar a la población para que rompan barreras, “que ya no se preocupen por que un hombre o alguien ajeno les tocará los senos, es necesario que se fomente una cultura de conocer nuestro cuerpo, sólo así nos haremos responsables por nuestra salud”.

Insistió en que de nada sirven las campañas que año tras año encabeza el sector sanitario si las mujeres no acuden a ellas. “No importan cuántos camiones habilitados para hacer mastografías lleguen a equis zona, si ellas no se acercan; es complicado que en pleno siglo XXI sigamos sin cultura preventiva de salud, hay que tener la mente más abierta”.

Que la detección siga ocurriendo en etapas 3 y 4 deriva en que al día mueran 17 mujeres por este mal en México. 

La posibilidad de sobrevivir en etapas 1 y 2 es de 98% y 88% respectivamente, porque disminuye 52% en la etapa 3 y 16% en la etapa 4, explicó Esparza Arias.

POCOS SON GENÉTICOS. Es común que una mujer crea que desarrollará cáncer de mama si algún familiar lo padeció, estadísticamente son éstas quienes más se acercan al doctor porque asumen que la herencia es un factor de riesgo directo; aunque sí puede ocurrir, sólo 10% de los casos que se detectan al año son genéticos. 

Nereida Esparza indicó que a partir de los 21 años hay que realizarse una autoexploración clínica al menos una vez al mes; a los 25 años, de manera anual. Estudios de tamizaje, como la mastografía, se indican a partir de los 40 años.

La cirujana oncóloga sabe que las campañas de prevención son repetitivas, pero señala que ese no es el problema, sino que las mujeres no conocen su cuerpo. “Hay quienes aún después de haber pasado por este cáncer, dejan de revisarse. Es vital que una mujer se toque, que acuda con un médico para un revisión, si no las campañas no darán resultados nunca”.