CIUDADANOS SIEMPRE UNIDOS
Tras destructor sismo, miles de manos ayudan
Como hace 32 años, la gente se solidarizó ante una tragedia que destruyó hogares y vidas en CDMX, Puebla y Morelos
(Foto: Eduardo Sánchez, El Gráfico)
Las mismas imágenes se repitieron en diversos edificios colapsados: manos de vecinos, familiares, policías, millennials, oficinistas, amas de casa, la banda chilanga... todos sumaban una sola fuerza que levantaba escombros y pedía silencio para escuchar a los sobrevivientes.
Los ciudadanos muestran una vez más, como hace 32 años, en los sismos del 85, solidaridad ante la desgracia que embarga a los mexicanos. Así, en un ambiente de caos, como pudieron y sin la asesoría especializada, las personas se organizaron para remover escombros y buscar posibles víctimas en los edificios derrumbados en la capital del país.
Las cadenas humanas se forman casi de manera inmediata para salvar la vida de personas, ya sea en Prolongación Petén y General Emiliano Zapata, en la colonia Emperadores, delegación Benito Juárez, o en la primaria Enrique Rebsamen, ubicada en la avenida Brujas y Madero, el punto más dramático ya que quedaron atrapados decenas de menores de edad.
Cubetas, carritos de supermercado, carretillas, avalanchas, patines y todo lo que pudiera llevar escombros es utilizado por los voluntarios, que llegan tratando de ayudar a sus semejantes.
Una jornada bastante complicada por la presión de salvar más vidas.
Coraje y desesperación por remover más y más escombros. El puño arriba se volvió la clave universal para solicitar el silencio, pues un susurro o un grito indicaba la posición de alguna de las víctimas.