
Durante 12 horas todo fue incertidumbre. Solo después de las 14:00 horas se empezó a recuperar el suministro eléctrico y se difundieron las primeras imágenes de un Acapulco devastado a lo largo de la Costera Miguel Alemán. Escombros de edificios, palmeras destruidas y autos dañados quedaron a lo largo de la emblemática avenida.
Los negocios a la orilla de la playa prácticamente desaparecieron, varios hoteles presentaban afectaciones de diversas magnitudes. El Princess, uno de los más emblemáticos de Acapulco, sufrió daños severos; en el lobby podía verse, incluso, un auto compacto. La zona Diamante presentaba inundaciones generalizadas que abarcaban varios kilómetros.
“El impacto fue muy grave porque no esperábamos esto. Era una tormenta tropical que se convirtió rápidamente en huracán categoría 5 y que, además, llegó seis horas antes de lo esperado. Los daños son incuantificables porque no hay comunicación”, dijo Jorge Laurel González, presidente de la Asociación de Hoteles y Empresas Turísticas de Acapulco.

“No podemos todavía hacer un cálculo de los daños, pero sí te puedo decir que este impacto es más grande que el del huracán ‘Paulina’ o el del huracán ‘Manuel’”, agregó.
En tanto, elementos del Ejército del Plan DN-III trabajaban ayer en reabrir la circulación en la Autopista del Sol para permitir el paso de la Sedena y la CFE.

Por la tarde, la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) informó que el aeropuerto de Acapulco presentaba afectaciones en infraestructura e inundación del área de mostradores, la torre de control estaba fuera de servicio con cristales rotos.

Las vías de acceso también estaban bloqueadas, por lo que las operaciones quedaron suspendidas hasta nuevo aviso.

(Fotos: X)
Hasta la noche de ayer no había reportes de la situación en las colonias populares de Acapulco ni en las comunidades ubicadas a lo largo de la Costa Grande de Guerrero, donde tocó tierra el huracán.







