En Naucalpan, Estado de México, autoridades estatales retiraron al menos 29 cámaras de videovigilancia privadas, las cuales estaban instaladas en postes de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), Telmex y hasta en árboles, dentro de zonas consideradas de alta incidencia delictiva.
De acuerdo con la Secretaría de Seguridad del Estado de México (SSEM), la desinstalación de estos dispositivos se llevó a cabo porque presuntamente habían sido colocados por grupos criminales con el objetivo de espiar movimientos de la policía y de posibles víctimas. Según las autoridades, el retiro de los aparatos busca desarticular una red de vigilancia ilegal que facilitaba las actividades delictivas en el municipio.
Las cámaras fueron desmontadas en al menos cinco colonias de Naucalpan: La Ahuizotla, Lomas de Sotelo, El Conde, San José de los Leones Segunda Sección y El Molinito. En estos puntos se reporta una alta incidencia de delitos como robos, extorsiones y narcomenudeo.
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Desde principios de este mes, acciones similares se llevaron a cabo en Ecatepec y Tecámac, donde se retiraron 217 cámaras en colonias como Jardines de Morelos, La Ranchería y Valle de Aragón. Pese a las inconformidades de algunos vecinos, las autoridades insisten en que estas acciones son necesarias para desmantelar redes de espionaje vinculadas a la delincuencia organizada.
Además del Estado de México, en entidades como Guerrero, Tamaulipas, Jalisco, Michoacán y Sinaloa se han detectado casos similares. En estas zonas, las autoridades han desmantelado redes ilegales de videovigilancia utilizadas por el crimen organizado para vigilar a la población y a los cuerpos de seguridad.