Entre el caótico andar de la Central de Abasto y las idas y vueltas de los “diableros”, existe un oficio que aunque poco conocido, todos lo hemos visto.
Sofía es una de las tantas creadoras de los llamativos y coloridos carteles donde se anuncian precios y ofertas de frutas, verduras, carnes y comida que uno observa en calles y tianguis de la CDMX, conocidos entre vendedores de la Central como “precios” o “números”.
Ha ejercido esta labor desde hace más de 15 años, cuando a su esposo, “El Brody”, le surgió la idea de colocar precios en cartulinas para luego venderlos. Le pedía a ella que los hiciera porque sabía que tenía buena letra y luego él los vendía.
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Con el tiempo, Sofía perfeccionó la técnica, lo que le permitió realizar los letreros en un promedio de cuatro minutos, hasta el día en que “El Brody” falleció y el negocio pasó a ella y su hijo José.
Su madre Sofía fue quien lo instruyó en este arte; le enseñó cómo hacerlos, cómo manejar la cartulina, las pinturas, cómo trazar, y él, gracias a sus dotes con el dibujo, le dio su “toque”.
Aunque no tiene un estimado de cuántos carteles produce al día por la gran cantidad de trabajo, precisa que, de la competencia, ellos son quienes los venden más baratos, con un estándar de 18 pesos por “precio”, según tamaño y detalle.
Confiesa que aunque la inflación de los últimos años los ha llevado a valorar incrementar el costo por el alza de materias primas, “mucha gente se queja de que están muy caros, aunque le subas un peso, la gente se queja”. No obstante, admite, la variación de precios por la inflación lo ha beneficiado a él, su madre y su negocio, “porque la gente cambia de letreros y eso a mí me conviene”.
A la par, Sofía y José enfatizan que han atestiguado el encarecimiento de los precio en los años que han comercializado “números”, ejemplo de ello, “fue cuando el costo del aguacate y el limón rebasó los 100 pesos”.
Los “precios” inundan casi cualquier tianguis de la ciudad con sus llamativos colores, por ello ambos coinciden en que éstos forman parte de la cultura mexicana por la picardía y el humor que caracteriza a los mexicanos.
Un ejemplo de ello, afirman, son las frases que usan para atraer la atención en los tianguis donde, dicen, radica el “ambiente populachero”, como “te veo triste”, “si no me quieres, ni modo”, “valió barriga”, “pare de sufrir”, “aquí nos tocó vivir”, “soy totalmente palacio”, y algunas otras más ocurrentes como “coopere para el muro, atentamente Trump”.
Las frases también han cambiado con el paso del tiempo. Cuando Sofía comenzó en el negocio, utilizaba las típicas frases como “oferta”, “calidad” y "chulada”, pero con los años, éstas se han diversificado en parte por el ingenio de José, quien retoma frases de canciones e incluso ha incluido memes.