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CIUDAD DE MÉXICO.- Refrescos, comida chatarra, golosinas con sellos y demás alimentos que no son saludables están prohibidos en las escuelas, pero en lo que va del ciclo escolar 2024-2025 hay 121 escuelas reportadas en todo el país que incumplen con esta norma, reportó la organización Mi escuela saludable.
De acuerdo con este organismo de esos planteles en 77.5% venden refrescos; 95.3%, comida chatarra; 1.2%, no saben si venden comida chatarra; 76.9%, no ofrecen frutas y verduras; 83.4%, no tiene comité que vigila la prohibición de la venta de comida chatarra; y en 72.8%, no hay bebederos de agua.
Entre los estados con más reportes están Estado de México, 23; Jalisco; 18; Ciudad de México, 10; Nuevo León; 7; Morelos, 5; Puebla, 4; Chiapas, 3; y Aguascalientes, 2, entre otros.
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Destacan algunos casos sin ninguna queja, como Baja California, Baja California Sur, y Campeche con ninguno desde el arranque de este ciclo y hasta este 19 de marzo.
Sin embargo, tendrán que intensificar sus planes para combatir la venta y consumo de estos productos, porque este mes arrancó formalmente el programa Mi escuela saludable, en el que señalan el tipo de alimentos que están prohibidos para combatir la obesidad entre los estudiantes a partir del próximo 31 de marzo.
Aquí puedes denunciar
Incluso, en su página de internet tienen un apartado para denunciar a las escuelas que incumplan la norma en el link https://miescuelasaludable.org/actua/.
Además ponen un correo para realizar quejas investigacionesescuelas@elpoderdelconsumidor.org.
Detallan que si las personas identifican que se vende comida chatarra se llena un formato que tiene dispuesto, se ponen los datos y listo.
CAUSAS
De acuerdo con investigaciones hechas por este organismo, el incumplimiento de la norma es multifactorial, de parte de autoridades, alumnos, vendedores, profesores y padres de familia, por lo que entre las razones están:
- Desconocimiento sobre la existencia, contenidos, obligatoriedad
y sanciones de la regulación.
- Desinformación en torno a una alimentación adecuada.
- Conocimiento limitado sobre los derechos del niño a la alimentación y salud.
- Falta de recursos económicos destinados a las escuelas primarias para gastos básicos y mantenimiento de las instalaciones (ej. gastos para luz, agua, papelería, material de limpieza y de instalaciones).
- Insuficiencia de recursos económicos y humanos para realizar acciones de implementación de la regulación sobre la oferta de alimentos en las escuelas.
- Ambigüedad de los roles, responsabilidades y ausencia de una figura que active procesos operativos.