Alondra regresa a casa
Luego de que las pruebas de ADN resultaran negativas, la menor está con sus padres
Foto: Daniel Cruz
Después de 147 horas de angustia, Gustavo Luna Romero y Susana Núñez Granados recuperaron a su hija Alondra Luna Núñez, a quien agentes de la Interpol sustrajeron de la secundaria Sor Juana Inés de la Cruz, el jueves pasado, luego de que una jueza federal ordenó entregarla en Estados Unidos a una mujer que afirmaba ser su madre, por lo que ahora se preparan para emprender acciones legales en reclamo de justicia.
El padre dice no tener palabras para expresar la felicidad que siente, al igual que su esposa, porque Alondra está de vuelta en su hogar. Afirma que se equivocaron “todas las autoridades que estuvieron involucradas en esto”.
Para no empañar la alegría que siente con su esposa y con sus dos hijos por el reencuentro con Alondra, se reserva los detalles de las demandas que efectuará por lo que se le causó a su hija y a toda la familia.
Después de seis días de incertidumbre y lágrimas, la casa de los Luna Núñez se iluminó con la noticia de que “la niña” venía a casa.
Sonó el teléfono de Susana que le daba la noticia de que la prueba de ADN que se le había realizado a su hija para determinar quiénes eran sus verdaderos padres resultó negativa para Dorotea García Macedo, mujer oriunda de Michoacán residente en Estados Unidos, que se la había llevado a Houston, Texas.
“Me siento muy contenta porque ya me van a dar a mi hija”, dijo la mamá de Alondra, Luna Núñez.
Con voz agitada dijo que en su corazón siempre supo que recuperaría a la hija que tuvo en el vientre. “¡Gracias a Dios!”.
En cuanto le avisaron que Alondra venía en un vuelo, la voz se corrió entre toda la familia y se trasladaron al aeropuerto llevando pancartas con mensajes de bienvenida para la niña.
Aclaró que desde que su hija nació, nunca le ha quitado la mirada de encima y por ella peleará con uñas y dientes. Gustavo agregó que no tiene resentimiento contra Dorotea García, porque sabe lo se siente que le quiten una hija, “le desea que encuentre a la suya”.
Por Xóchitl Álvarez