en los últimos dos años han reportado 5 muertes al interior
El Penal de Neza- Bordo, peligroso y saturado
Alberga a ladrones, homicidas o secuestradores de alta peligrosidad del Edomex
(Foto: Luis Cortés | El Gráfico)
Emilio Fernández
Empínenla y revísenla. Fue la orden directa de la jefa de turno. Dos custodias ya la habían despojado de su ropa contra su voluntad.
Cuando estuvo totalmente desnuda, una de las guardias hurgó en su intimidad. “Con sus dos manos me abrió el surco intergluteal a efectos de revisarme y a ver si encontraba el teléfono celular que me achacaban.
“(La otra guardia) me aventó hacia mi cama, entre las dos me abrieron las piernas y una de ellas me introdujo sus dedos en la vía vaginal, en busca del teléfono que se decía que yo tenía”, narró María —nombre ficticio—, una interna del penal Neza-Bordo, llamado así de manera coloquial.
El teléfono no estaba en la celda ni lo tenía María, pero fue abusada sexualmente en el interior del reclusorio.
En ese sitio, que es uno de los 11 que integran el sistema penitenciario del Estado de México, están recluidos lo mismo homicidas, secuestradores, extorsionadores, narcos, ladrones de automóviles, de casa habitación, de usuarios de transporte público, que defraudadores o violadores. Todos en las mismas instalaciones.
Deficiencias
No obstante que el semáforo de la CNDH lo tiene marcado con amarillo por registrar el Neza-Bordo una calificación aprobatoria, el organismo defensor detectó deficiencias en su operación.
Una de las más notorias es el número de personas que ahí se encuentran; su capacidad es para mil 716 presos, pero alberga a cuatro mil 191, lo que significa una sobrepoblación del 244 %.
La saturación de espacios no sólo es para los varones, sino también para las mujeres. La capacidad para ellas es de 214, pero hasta el reporte de la CNDH en 2016, había 232.
Además de la sobrepoblación, existe hacinamiento, insuficiencia en los programas para la prevención y atención de incidentes violentos, así como en los procedimientos para la remisión de quejas de probables violaciones a los derechos humanos.
También se determinó que son insuficientes las instalaciones. Otra deficiencia encontrada es que no existe el personal de seguridad y custodia necesario, además de que hay carencias en el proceso para la imposición de las sanciones disciplinarias.
En ese reclusorio, ubicado en la prolongación de la avenida Adolfo López Mateos, casi esquina con la avenida Bordo de Xochiaca, donde son trasladados los acusados de cometer delitos en algunos de los municipios más poblados y violentos de la zona oriente del Estado de México, se registra el ejercicio de funciones de autoridad por parte de reos, autogobierno/cogobierno, de acuerdo al dictamen.
Violencia
El 15 de junio pasado, José Octavio “N”, el chofer de la ruta 40 acusado de violar y asesinar en la unidad que tripulaba a Valeria, de 11 años, fue encontrado sin vida en el penal. El hombre se suicidó.
La muerte de José Octavio no es la primera que se presenta en ese centro penitenciario. De acuerdo con medios locales, en los últimos dos años se han registrado cinco decesos, la mayoría por riñas entre los presos.
Los mismos presos aseguran que se tiene que pagar para llevarla tranquila en el lugar, pues el sitio es peligroso.
“No vivo con miedo, pero me preocupo, ya que hay ocasiones en las que prefiere uno no dormir”, dijo un interno.