Afectados por sismo buscan recuperar sus hogares; planean demanda

Esos edificios que hoy lucen resquebrajados o derrumbados, tienen historia. Ese pasado, hizo que cientos de habitantes perdieran sus hogares, pero nunca la esperanza de recuperar lo suyo.

En la colonia Niños Héroes de Chapultepec, un terreno con rocas, polvo, restos de ropa y muebles quedaron en el lugar que ocupaba un edificio de cuatro pisos.

Recuerdan quienes ahí vivían, que al enterarse que a la construcción le sobraba un piso, intentaron pelear legalmente con el dueño del edificio.

Y es que, según las escrituras, el inmueble que estaba ubicado en la esquina de la calle Galicia y Niños Héroes de Chapultepec, debía ser sólo de tres.

El piso fangoso, el peso de más y la falta de un estudio que dictaminara las grietas del edificio de más de 30 años, hicieron que las familias se quedaran sin hogar y que hoy vivan el luto de la tragedia.

Así lo dicen los sobrevivientes del sismo del pasado 19 de septiembre. Unos esperarán a que la emergencia pase para demandar a los responsables. Otros buscarán una respuesta en los bancos o el Fovissste que les otorgó un préstamo.

En la misma calle de Galicia pero al llegar al cruce con Xola, 24 familias también esperan una respuesta, pero ellos de Protección Civil.

Vivían en un edificio de siete pisos construido hace 47 años. Era su hogar hasta que el pasado martes una sacudida los expulsó del edificio.

Sentados en la banqueta de enfrente del edificio, esperan que empleados de la delegación acudan al lugar para darles permiso de, por lo menos, recuperar muebles o ropa.

DE CASA A DEPAS

Lo mismo padecen los habitantes de un edificio ubicado en la esquina del Viaducto y la calle Tonalá, en la colonia Roma.

Cuentan vecinos que ese inmueble se construyó en 1986. Antes, dicen, una casa ocupaba el terreno donde hasta el martes pasado vivían 22 familias. Era la casa del sacerdote de la Iglesia de la zona. Ahí vivió hasta que una inmobiliaria lo convenció de vender la vivienda.

En un principio, los vecinos pedían que no se vendiera, pues sabían que se alzaría un edificio en una zona que fue afectada por los sismos del 85. Aun así, la iglesia vendió y comenzó la edificación.

Hoy, quienes ahí vivían, pasan sus días sentados en un centro de acopio ubicado a unos metros del inmueble. Y aunque se les ha ofrecido lugar en un albergue, se niegan a apartarse de su edificio pues tienen la esperanza de recuperar sus pertenencias.

DE AHÍ NO SE MUEVEN

En la calle Linares, de la colonia Roma, cuatro personas están apostados desde hace días frente al edificio que habitaron. Entre vecinos se turnan la vigilancia para evitar saqueos y esperar a que gente de Protección Civil acuda al lugar.

En el portón, una pinta anuncia que entrar al edificio significa un riesgo para quien lo haga. Pero hay habitantes que dicen que ahí no pasó nada. “Con una pintadita y una remozada, se vende como nuevo”.

Ellos se niegan a regresar a vivir al lugar, pero pretenden arreglarlo para venderlo, “aunque sea a un precio bajo”.

En la calle de Toluca, también en la colonia Roma, hay una historia semejante. Es el número 28, el edificio está agrietado y con las ventanas rotas, pero es el lugar a donde quieren ingresar a dormir. 

A todos de ellos no les queda más que esperar. Algunos para recuperar sus pertenencias y buscar otro departamento para rentar, y a otros, los dueños, para que le notifiquen cuándo demolerán el patrimonio que forjaron durante años.