Exigen espacios recreativos y de servicio
Vecinos de Ticomán rechazan viviendas
Obreros trabajan en el predio ‘La Nopalera’, pese a que tiene sellos de suspensión de actividades
(Foto: Francisco Rodríguez, El Gráfico)
Por: Ignacio Ramírez
LA CONSTRUCCIÓN de viviendas en ‘La Nopalera’, un predio de la colonia San Juan y Guadalupe Ticomán, en la GAM, tiene inconformes a los vecinos, pues por años han exigido espacios recreativos y de servicio, carentes en su comunidad.
La obra en controversia se ubica en el 804 de la avenida Acueducto, entre Río de los Remedios y Acueducto, una zona caracterizada por la falta de accesos viales y de un desagüe a punto de colapsar, lo que ha provocado inundaciones en temporada de lluvias.
El Gráfico observó que un grupo de trabajadores ya realizó la cimentación del complejo habitacional, pese a que recientemente fueron colocados sellos de ‘suspensión temporal de actividades’, en los accesos.
“Vinieron los de la delegación a pegar los sellos, pero ni así dejaron de trabajar, algunos ya hasta los arrancaron; les hemos pedido el estudio de impacto ambiental y nunca nos lo han mostrado; si estoy legal, lo muestro”, narró un vecino.
LLEVA TIEMPO. La exigencia vecinal se remonta a una década atrás, en 2009, cuando el entonces delegado Víctor Hugo Lobo ofreció revisar el estatus del predio para construir un centro comunitario. Los años pasaron y en noviembre pasado una empresa constructora comenzó a ingresar maquinaria al predio, lo que derivó en manifestaciones y bloqueos en el Periférico.
El rechazo de los vecinos se incrementó en noviembre pasado, cuando les fueron quemados dos vehículos particulares que colocarían como barricada para impedir la circulación de los camiones de material hacia la zona en obra.
‘NO HAY PRESUPUESTO’. Los inconformes han acudido a todas las instancias posibles para que se les construya un espacio para beneficio de los habitantes, pero siempre reciben la misma respuesta: “no hay presupuesto”.
Incluso, acudieron al Registro Público de la Propiedad, donde descubrieron que el terreno está bajo resguardo del Invi, dependencia a la que también han acudido, pero se quedan sin una respuesta. La negativa ha llevado a sospechar de que detrás del negocio de las viviendas hay fuertes intereses de figuras políticas, principalmente del PRD.
La necesidad de servicios los ha llevado a defender el espacio cuando estuvo a punto de ser invadido por ‘paracaidistas’ hace 10 años o cuando fue talada una veintena de árboles, todo para que una constructora fuera la ganona.