Viejitos le talachan y mantienen a familia
En México, más de 90% de los ancianos contribuye con una actividad que beneficie al hogar
(Foto: Cynthia Carrillo, El Gráfico)
Por Isis García
Lupe tiene 65 años. Tuvo cuatro hijos, dos mujeres y dos hombres. Sólo sus varones viven con ella. El más pequeño se llama Luis y tiene 34 años. Hace algunos meses, ella se enteró de que iba a volverse abuela. Ahora mantiene a su nuera, nieta y su hijo, “en lo que él encuentra trabajo”.
En México existen 7.4 millones de hogares con adultos mayores, personas de más de 60 años. Más de 90% contribuyen con alguna actividad al bienestar de los hogares, reveló una encuesta del Instituto Nacional de las Mujeres. Desde cuidar a los nietos o ayudar en las labores de la casa, hasta ser el principal sostén económico.
“Cuando mi esposo murió, tuve que tramitar la pensión y lo del seguro social. Con el dinero que me dieron construí cuartos y empecé a vivir de la pensión y de las rentas”, dice.
A partir de los 60 años, es notoria la disminución de la participación de los adultos mayores en el mercado laboral —aun así, 54.3% trabaja— y aumenta la cifra de pensionados a 23%.
Según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del tercer trimestre de 2015, 4.5 millones de ancianos forman parte de los ocupados; 26% gana menos de un salario mínimo. Muchos están dispuestos a sostener a sus familias, especialmente a sus hijos, sin importar que estén en edad de laborar.
“Antes veía a las señoras que cargaban a sus nietas, y pensaba: ‘¿Qué no se cansan?, si ya tuvieron a sus propios hijos’. Cuando tuve mi primera nieta lo entendí, me tocó cuidarla porque mi hija trabajaba y mi yerno estaba sin empleo. Vivieron aquí y después se mudaron”, señala Lupe.
Ahora Luis, su novia y su bebé viven en un departamento que “Mamá Lupe”, como le llaman, rentaba. “Les ayudo con la leche y con lo que puedo”.
Luis Miguel Gutiérrez Robledo, director del Instituto Nacional de Geriatría, enfatiza que cuando los ancianos son propietarios del hogar se convierten en un soporte importante.
“Yo cuido a mi familia y luego a mí que me cuiden, pensamos; pero la vejez es responsabilidad de uno mismo”, asegura.
Cecilia Colunga Rodríguez, doctora en psicología, explica que en México hay muchos mitos en torno a la familia que no se han roto.
Uno es la unión que “se trata de mantener, aun cuando las relaciones no son sanas entre los miembros. La madre es una figura sobrevalorada y se cree que debe querer a los hijos por naturaleza".
"Algunos utilizan el chantaje emocional para abusar de sus padres y éstos siguen pensando que son su responsabilidad para toda la vida”.