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Fueron al menos 17 disparos los que se escucharon en el lugar y los que alertaron a los habitantes de la zona. Tras las detonaciones, los vecinos oyeron el motor de motocicletas que se alejaban del lugar para escapar.
Al salir de sus domicilios se encontraron con las tres personas heridas. Eran, una pareja y su hijo quienes fueron alcanzados por las balas.
Aunque los testigos pidieron ayuda de los policías y paramédicos, la familia no logró sobrevivir.
Y es que Carlos recibió cinco disparos en el cuerpo y murió a un costado de la camioneta que reparaba. Su hijo Ángel estaba sentado en el lugar del conductor de un automóvil cuando siete balas lo mataron.
La madre fue trasladada al hospital con heridas graves. Ella comenzaba a recibir la atención médica cuando murió.
Los agentes que atendieron el triple homicidio hallaron 17 casquillos de diferentes armas alrededor de los vehículos.
De los homicidas sólo se supo que lograron escapar sin que nadie los ubicara.
Los cadáveres fueron trasladados al anfiteatro de la agencia ministerial en donde se indaga el caso.