Las lluvias y la basura, que va desde bolsas con desperdicios, hasta sillones han desgajado el cauce de un río que algún día fue de aguas cristalinas, en la loma cercana a la calzada del Desierto de los Leones.
Periódicamente, don Andrés ata una soga a un árbol y desciende un peligroso sendero para cerciorarse de que la barranca no termine de tragarse el inmueble, el cual está apuntalado para más resistencia.
A sus casi 80 años, aún hace trabajos de albañilería y jardinería, y pide a los vecinos que no dejen sus desperdicios en el canal.
Además, exhorta a las autoridades de la alcaldía Álvaro Obregón y competentes a que implementen una estrategia ante el problema que también aqueja, por lo menos, a otra decena de propiedades colindantes.
“Meda miedo, me preocupa que se pueda caer mi casa. Si nadie me echa la mano, en unos dos o tres años esto se va a caer. Todo esto que construí con mucho sacrificio”, mencionó Don Andrés Camacho, vecino de Álvaro Obregón.
27 barrancas Están declaradas zonas de valor ambiental y se ubican en cuatro alcaldías de CDMX.
(Foto: Alberto González, El Gráfico)