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Por: Jorge Medellín y Rafael García
Achacó la falta de servicios estéticos al miedo de vecinos de Benito Juárez de dejar a sus mascotas para ser bañadas con agua contaminada.
“Yo creo que muchos tienen miedo por el tema de que el agua huele como a gasolina, y seguro por eso no han de querer que los lavemos en esta agua y se enfermen. Antes de esto, no teníamos tema alguno”.
Ediberto no ha percibido ninguna afectación en el agua de su negocio y externó que el líquido con el que baña a los pocos lomitos que atiende sale sin ningún color u olor extraño.
“Nosotros no hemos tenido ningún tema del agua, los vecinos dicen que sí, pero supongo que va por edificios... pero aquí en el negocio todo ha ido bien en ese aspecto”.
Ediberto confió en que se resuelva el problema del agua contaminada pronto para que el negocio regrese a la normalidad, ya que, si este nivel de servicios sigue en descenso, podría percibir afectaciones en su trabajo.
“Esto puede afectar en las ventas porque es un muy buen ingreso para el negocio el baño, también vendemos comida y productos, pero casi la mitad del ingreso del negocio es el baño de perros y, de no mejorar, nos puede afectar”, añadió.
Foto: (Gabriel Pano. El Gráfico)
Así lo confirmaron algunos habitantes de la zona, quienes no sienten la seguridad de llevar a sus mascotas a bañar con las recientes condiciones en las que han encontrado el agua de la alcaldía.
“Algunos perros de la colonia se han puesto muy mal. Aquí en la colonia Del Valle hay muchas estéticas y son las que más están sufriendo, porque nadie quiere llevar a sus perros a bañar”, comentó Adalid, habitante de Benito Juárez.
“Es un caos, imagínate, toda contaminada (el agua), no hay para tomar; es un problemón”, denunció Amalia, vecina de 70 años de la colonia Del Valle.
Aseguró que va a cumplir un mes que percibe un intenso olor a combustible en el agua de su vivienda y se bañó durante dos semanas con lo de la cisterna, pero no tiene confianza. “No tomamos de esa agua (de la cisterna), comprábamos garrafones, pero para hacer el quehacer sí”.
Para esta vecina no es suficiente el agua potable que el Ejército Mexicano ofrece en parques, prefiere comprar sus garrafones.