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Al ritmo de la salsa, sonideros exigen que se les permita trabajar en calles de la CDMX
Tras marchar por las calles del centro histórico, unos 500 sonideros instalaron sus equipos en el zócalo capitalino para bailar y pedir a la jefa de gobierno que les autorice los permisos para trabajar
(Foto: Archivo, El Gráfico)
POR YARA SILVA Y HELMER MORALES
La mañana de este martes, la comunidad de la música de los barrios se manifestó afuera del Palacio de Bellas Artes con rumbo a la Cámara de Diputados en lo que se llamó La Marcha Sonidera, el cual busca dignificar el trabajo de los ambientadores, así como las personas que trabajan en este rubro del espectáculo.
La llamada familia sonidera tuvieron como punto de reunión el inmueble cultural y posteriormente recorrieron las calles de la Zona Centro de la capital mexicana, para llegar a la Cámara de Diputados, todo en medio de consignas y porras para exigir un dialogo con las autoridades sobre los bailes sonideros, donde lo primordial es la seguridad tanto de los locutores así como de los asistentes.
Cabe decir, este movimiento se da a partir de que en fechas pasadas, Lucio Zárate, titular del concepto Rumba Caliente, fue acusado de llevar un tráiler reportado con robo, además que policías dispararon a su vehículo y, anteriormente, elementos de la ley dañaron su equipo de audio, todo derivado de la cancelación de un baile y el enfrentamiento que hubo entre organizadores.
Aunque acreditó la pertenencia de su transporte, los daños en su fuente de trabajo son cuantiosos y no hay un responsable por las pérdidas.
Bajo la consigna “Somos sonideros, No somos delincuentes”, cientos de personas ligadas al rubro, vestidos con playeras blancas, llevaron lonas con la leyenda ‘Sonideros de paz’, mientras que se escuchaba la música de los barrios.
En la caminata estuvieron presentes integrantes de los sonidos Siboney, Sensación Latina y sus Estrellas Doradas, Juventud Guerrera, Fascinación, Rumba Caliente, Inmensidad, entre otros.
“Pretender culpar a los sonideros de lo que pasa fuera de sus facultades, es un hecho discriminatorio. Una cosa son las personas que se preparan para poner la música y hacer bailar al público y otras, las que asisten. Querer culparnos de violencia, la violencia está en todos lados, no solamente en los bailes”, dijo uno de los oradores.
Tras marchar por las calles del centro histórico, unos 500 sonideros instalaron sus equipos en el zócalo capitalino para bailar y pedir a la jefa de gobierno que les autorice los permisos para continuar con “las costumbres del pueblo de México.”
También pidieron mayor seguridad en los evento para impedir que vuelva a ocurrir una agresión como la del pasado 25 de noviembre cuando se enfrentaron policías y sonideros de Iztapalapa.
La marcha partió del Palacio de Bellas Artes hacia la calle de Donceles en donde también exigieron apoyo a los diputados locales.