Alebrijes y zombies toman las calles de la CDMX en un espectacular desfile y marcha

Delirantes y enormes criaturas multicolor se apoderaron de Paseo de la Reforma y después cientos de monstruos y zombies deambularon por calles del Centro Histórico.

Los primero iniciaron en punto de las 12 del día, un enorme jaguar con una corona de plumas, alas de mariposa y cola de escorpión de al menos 5 metros de largo comenzó a andar sobre avenida 5 de mayo a paso lento; seguido de un reptil multicolor con alas de murciélago y siete ojos.

(Foto: Hugo Salvador y Gabriel Pano)

Así, una a una, más de 180 criaturas de varios metros de alto, colores vibrantes, formas exóticas y enormes dimensiones desfilaron desde el Zócalo de la Ciudad de México hasta el Ángel de la Independencia al ritmo de la música en el Desfile y Concurso de Alebrijes Monumentales 16.

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Alas, cuernos, aletas, plumas, colmillos, antenas e incluso branquias fueron algunos de los aspectos más creativos de estas piezas de arte creadas a partir de una base metálica, cartón, papel, litros de pintura y la imaginación de sus artistas.

“Se siente genial poder mostrar al mundo por unos minutos los frutos de tu pasión”, dijo Gabriel Gonzales, uno de estos artistas que recorrió las calles del Centro Histórico con su alebrije “El chamán”.

Pronto, el desfile llegó a Avenida Juárez donde los alebrijes fueron recibidos por los gritos y la alegría de miles de personas frente al palacio de Bellas Artes.

Recorrido sin humanos. Más tarde mil muertos vivientes comenzaron su andar, custodiados por los organizadores de la Marcha Zombie, para evitar que ningún "humano" se colara en los contingentes.

Con sangre, víseras de fuera y ataviados como para una película de terror, avanzaron del Monumento a la Revolución al Zócalo.

(Foto: Hugo Salvador y Gabriel Pano)

Pero también hay historias de vida, como la de Martín López, quien creó su motocicleta "La Sargenta" porque a su esposa le dio una parálisis y debía llevarla a sus terapias.

Había espectadores de todas las edades, y aunque sólo obervaban, muchos se maquillaron. "Antes eran niños y adolescentes y ahora es toda la familia", indicó Lizeth Paredes, una de las maquillistas.

“Trato de venir cada año desde que inició porque es muy bonito ver el talento y la creatividad que los mexicanos tenemos para expresar nuestra cultura e imaginación”, mencionó Hugo, espectador que acudió con toda su familia.