TRANQUIS

Resulta extraño, por decir lo menos, la tranquilidad con la que José Manuel Oropeza, coordinador general de la Autoridad del Centro Histórico se refiere a los hechos en los que cientos de adolescentes estuvieron en riesgo durante una fiesta en el antro Black, del centro de la ciudad; dicha zona está bajo resguardo de ese autoridad y aunque estuvo a punto de terminar en tragedia, las autoridades solo dicen que ya tenían referencia del lugar, que así operaba, y que tenían quejas, pero pese a todo seguía abierto. En ese perímetro ni por error se le permite el acceso de las autoridades de la alcaldía Cuauhtémoc, por lo que si está abierto y así opera es porque la corrupción está en otro lado. 

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JUSTICIA PARTIDISTA 

Ayer salieron los encargados de la seguridad y la procuración de justicia en la Ciudad de México para dar avances acerca del atentado que sufrió la alcaldesa electa en la Cuauhtémoc, Alessandra Rojo de la Vega; dijeron que hay un detenido más, pero fieles a su partido y con su camiseta bien puesta, ambos funcionarios, Pablo Vázquez y Ulises Lara, mencionaron que al agresor de Rojo de la Vega antes de pagarle por atentar contra la entonces candidata, le habían pagado para bajar propaganda de la alianza “Sigamos haciendo historia” y de “Morena”; lanzaron la piedra sin ofrecer ni una sola prueba, pero con la certeza, tal vez, de que sembrarían la duda sobre la agresión.

ASOMA LA NARIZ

Por cierto, que luego de permanecer callada desde que se supo que perdió en la alcaldía Cuauhtémoc, la candidata de Morena, Catalina Monreal, reapareció ayer en sus redes sociales solo para alimentar la versión de las autoridades capitalinas, en el sentido de que la agresión pudo ser un montaje, dijo que Rojo de la Vega debería ir “presa”.