ALERTA ROJA
¿Apenas pasó San Valentín y ya sientes que algo no anda bien?
Para muchas personas es difícil saber si están en una relación tóxica porque las señales de alerta no siempre saltan a la vista
(Foto: Unsplash)
Para muchas personas es difícil saber si están en una relación tóxica porque las señales de alerta no siempre saltan a la vista. Se les conoce así a aquellos vínculos que se encuentran dañados y en los que, por lo general, hay poca valoración de la pareja, miedo, insultos o agresiones verbales, físicas o hasta sexuales.
Estas relaciones “se caracterizan porque uno o ambos integrantes tienen un malestar emocional; no se sienten apoyados ni valorados; creen que no se están desarrollando como quieren. Suele pasar también que uno de ellos ejerce control sobre su pareja para que esta tenga determinados comportamientos o tome decisiones que al otro le convenga”, advierte Noemí Díaz Marroquín, académica de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Detectar un noviazgo o matrimonio violento puede ser difícil, y aún más admitir que lo es. No obstante, éste es el primer paso para salir de un vínculo dañado.
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¡Date cuenta! El abuso en una relación no siempre surge de golpe ni es físico. “Entre los primeros indicios está el apego excesivo. Muchas veces, esto se disfraza de amor o preocupación, pero detrás de ello hay una necesidad de control. Poco a poco, las señales van subiendo de intensidad. Un pellizco, un jalón o una nalgada se disimula con jugueteo”, explica la terapeuta.
Otras señales de advertencia incluyen insultos, humillaciones (en privado o frente a los demás), críticas constantes, imposición de opiniones, amenazas verbales o culpar al otro de los arrebatos violentos. Los celos y la desconfianza acompañan, de igual manera, este tipo de conductas.
¿Sin salida? Salir de una relación tóxica no es fácil porque uno de los integrantes se siente culpable de la situación y cree que puede hacer más para ayudar a la otra persona o, bien, para salvar la relación. Un buen estímulo para analizar cómo se encuentra uno mismo dentro de ese vínculo.
La autoestima y el amor propio se consideran la mejor defensa contra las relaciones tóxicas. Cuidarse a sí mismo (desde la alimentación, el descanso y el ejercicio, hasta la paz interior) se vuelve una barrera contra la manipulación, los insultos o las agresiones. Hablar con un amigo, familiar o terapeuta sirve muchas veces para tomar una decisión acertada.