Por: Raymundo César
La avenida 608, en la alcaldía
Gustavo A. Madero, vivió un inesperado acto de solidaridad cuando automovilistas y motociclistas detuvieron su tránsito no por un accidente, sino para proteger a un pelícano que había invadido los carriles de la vía.
Conductores decidieron frenar su camino y bajarse de sus vehículos para resguardar al ave y evitar que sufriera algún daño. Además, dieron aviso a través de redes sociales a la policía capitalina y a la Procuraduría Ambiental y del Ordenamiento Territorial (PAOT), quienes atendieron el reporte cerca de la estación del Metro Bosque de Aragón.
Tras varios intentos, el pelícano logró volar hacia el Bosque de Aragón, un importante pulmón verde de la Ciudad de México, que cuenta con condiciones ideales para su cuidado.
Este bosque alberga una playa para aves de 1,100 metros cuadrados, diseñada para la reproducción y cuidado de 182 especies residentes, endémicas y migratorias. El área incluye un lago conectado a un humedal de caracol, que mejora la calidad del agua y proporciona un hábitat ideal para fauna nativa y visitante.
El Bosque de Aragón, ubicado al nororiente de la CDMX, tiene una extensión de 160.18 hectáreas, con el 70% cubierto por árboles y vegetación. Este espacio es vital para la ciudad, al mejorar la calidad del aire, reducir riesgos de inundaciones y servir como refugio para diversas especies.
Cada año, este pulmón verde recibe a 4.6 millones de personas, consolidándose como un lugar clave para la conservación ambiental y la recreación en la ciudad.
