Los Chapitos, el pedacito de El Cártel de Sinaloa que son sanguinarios pero les falta cerebro

La tarde del martes, varios integrantes de una célula delictiva del Cártel de Sinaloa, conocida como “Los Chapitos”, fueron detenidos luego de un enfrentamiento en un domicilio ubicado sobre la carretera México-Cuernavaca, en Tlalpan, Ciudad de México.

Dicha célula, que también la conocen como “Los Menores”, está conformada por varios hijos del exlíder del Cártel de Sinaloa, Joaquín Guzmán Loera, “El Chapo”, quien actualmente está preso.

Aunque no se ha informado quiénes son los detenidos durante el operativo ocurrido en la zona de Topilejo, algunos de ellos portaban placas policiacas con las letras JGL (Joaquín Guzmán Loera) o el dibujo animado de un ratón gris con moño rojo.

Dicho emblema hace alusión a Ovidio Guzmán, hijo de El Chapo, a quien conocen como “El Ratón”, aunque también por un tema musical de la banda norteña Grupo Firme.

De acuerdo con Mike Vigil, exjefe de operaciones internacionales de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA), Los Chapitos tienen reputación de ser jóvenes impetuosos y hacen uso de la violencia excesiva, pero no cuentan con grandes habilidades estratégicas, como las de su padre Joaquín.

La DEA ofrece hasta 5 millones de dólares por cabeza, para quien proporcione información por la detención de al menos dos de los hijos de El Chapo.

Otros hijos de Guzmán Loera y que no figuran dentro de las recompensas, son Iván Archivaldo y Jesús Alfredo, hijos de la primera esposa del capo, María Salazar Hernández.

Del primero se dice que es el hijo consentido de El Chapo y es conocido como “el rey de la cocaína” o “El Chapito”. Él apareció en el radar de la DEA desde el 2005, cuando un testigo lo señaló como uno de los líderes del Cártel de Sinaloa.

Jesús Alfredo, o “El Alfredillo”, es líder de una facción del cártel, junto a Ovidio, su medio hermano, además de ser el más discreto de la familia, fue víctima de secuestro en un restaurante de Jalisco.

Alejandrina Giselle Guzmán Salazar es otra hija de Joaquín Guzmán Loera, quien en 2020 se casó con Edgar Cázares, sobrino de Blanca Margarita Cázares, también conocida como “La Emperatriz del narco”.

Ovidio, Joaquín y Griselda Guadalupe son hijos de la segunda esposa de El Chapo, Griselda López.

El primero es el más conocido de Los Chapitos, pues el 17 de octubre de 2019 había sido detenido durante un operativo en Culiacán, pero las fuerzas de seguridad se vieron rebasadas por grupos armados del Cártel de Sinaloa y obligaron a que el presidente Andrés Manuel López Obrador ordenara su liberación.

Édgar Guzmán López fue asesinado el 8 de mayo cuando tenía 22 años, en un centro comercial de Culiacán. El homicidio de este hijo de Joaquín Guzmán significó la separación con los Beltrán Leyva, primos de El Chapo, pues se creía que ellos habían ordenado el homicidio de Édgar, cuando en realidad fue uno de los lugartenientes del propio exlíder del Cártel de Sinaloa, por una supuesta confusión.

Con Emma Coronel, Joaquín Guzmán Loera procreó a dos gemelas que apenas van a cumplir 11 años de edad, y quienes nacieron en la ciudad de Los Ángeles, California. Actualmente, la mamá de las niñas enfrenta un proceso penal en Estados Unidos y deberá permanecer en prisión por tres años por delitos de narcotráfico.

Joaquín Guzmán mantuvo un romance con Lucero Sánchez, quien fuera su operadora en el Triángulo Dorado y creó empresas para el lavado de dinero del cártel.

Lucero, quien buscaba ser alcaldesa de Cosalá y llegó a ser diputada de Sinaloa, fue conocida como “Chapodiputada”. Con El Chapo tuvo un hijo mientras ella lo visitaba cuando estuvo preso en el Altiplano, aunque el nombre del crío no se conoce.

En la actualidad, Lucero Sánchez enfrenta una condena en Estados Unidos por narcotráfico.

Finalmente, Rosa Isela Guzmán Ortiz divulgó ante el diario The Guardian, que ella es la hija mayor de El Chapo Guzmán y tiene un hijo con Vicente Zambada Niebla, “El Vicentillo”, hijo de Ismael Zambada, “El Mayo”.