CATRINAS DE LAS CALLES

Catrinas monumentales llegan a Polanco para adueñarse del corazón de los capitalinos

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(Foto: Edlin Cabrera)

Al día 21/10/2019 17:40 Miroslava Callejas Sánchez Actualizada 17:40
 

Desde Iztapalapa para las calles de la Ciudad de México, Ismael Rodríguez Rueda lleva tres años fabricando catrinas monumentales que este año invadirán la avenida Presidente Masaryk, en la colonia Polanco, alcaldía Miguel Hidalgo. 

Las creaciones de este artista plástico en años anteriores se habían exhibido sobre el Paseo de la Reforma, pero ahora las mudaron de sitio gracias al interés que su propuesta despertó entre varios empresarios. 

Desde su taller en Iztapalapa, con las catrinas embaladas listas para ir a su destino final, Ismael cuenta que el proyecto inició a petición de un grupo de amigos que tienen una empresa de publicidad, quienes los invitaron a hacer las primeras piezas escultóricas. “Hicimos un primer intento al que le fue muy bien, al grado que mucha gente comenzó a replicarlo”, explica en entrevista.

POR ENCARGO

Conforme creció el proyecto, la iniciativa privada se interesó más y fueron comprando las esculturas. Ahora, dice, las empresas las piden por encargo, algunas solicitan que las catrinas lleven sus logos o los colores de la empresa, otros dejan que sea el criterio y la inspiración de Ismael las que rijan el modelo.

El proceso para cada una de las esculturas comienza con la creación de la pieza en pequeño, en plastilina o barro, para luego realizarla con yeso y pulirla. Una vez que el artista está satisfecho con el diseño, comienza el proceso para hacer la escultura. 

“Hacemos la pieza en grande con alambre y plastilina, a la que llamamos serchas, luego hacemos un molde de caucho y ahí vamos colocando la fibra de vidrio, es un proceso similar a la fabricación de coches o barcos; de ahí salen las piezas, que como un rompecabezas, armamos y comenzamos a pintar, como si fueran al óleo”.

PINTADAS A MANO

Es esta última etapa la que caracteriza el trabajo de Ismael, ya que cada una de sus obras monumentales están pintadas a mano. “Es como si fuesen un cuadro, un lienzo, ocupamos pinceles pequeños y cada una tiene un diseño único”, menciona.

El tiempo de realización, cuenta Ismael, es de dos meses aproximadamente, desde su diseño y planeación hasta la pintura. El costo de cada una en el mercado oscila entre los 150 a 300 mil pesos, además de que cada una mide dos metros y medio en promedio y pesan 150 kilos.

Parte de lo que más disfruta Ismael Rodríguez de su trabajo es ver cómo la gente convive con su trabajo. “La catrina es algo que se conecta muy bien con la gente y me gusta que se apropien de la obra; una vez me tocó ver cómo una manifestación de mujeres pasó por Reforma y se tomó fotos con las esculturas, con las banderas que traían, además de que las cuidan y las respetan”. 

GIRA INTERNACIONAL

Existe el proyecto de que las catrinas salgan del país para el próximo año y vayan de visita a China, Estados Unidos, Francia y Rusia, para darlas a conocer. Esta año, alrededor de 12 catrinas estarán en exhibición en la avenida Presidente Masaryk, en Polanco, hasta el 6 de noviembre.

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