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Sin embargo, pasado el mediodía, la recepcionista fue abordada por Jesús y Tania, quienes le solicitaron que llamara al número de emergencia 911 para solicitar el arribo de una ambulancia.
Mientras los paramédicos llegaban al sitio, empleados del hotel, acompañados por los huéspedes, ingresaron a la habitación 218, ahí estaba Arturo, de 48 años, sentado en el suelo con las piernas cruzadas, recargado sobre la cama y con la cabeza volteando hacia arriba. Estaba semidesnudo, ya que sólo vestía una camiseta de tirantes de color blanca.
Una vez que llegaron los servicios médicos, estos certificaron que el hombre ya no contaba con signos vitales, por lo que los policías que atendieron el llamado de auxilio tuvieron que llamar a los peritos forenses para realizar las primeras indagatorias y trasladar el cuerpo al anfiteatro con el fin de realizar las pruebas que determinen las causas del fallecimiento.
Mientras tanto, los ahí presentes fueron a rendir su declaración para aclarar lo sucedido en el cuarto.