Vecinos de la Cuauhtémoc aseguran que parroquia corre peligro, piden ayuda a la alcaldesa

CIUDAD DE MÉXICO.- Una joya arquitectónica de la Ciudad de México está en peligro debido a la construcción de un inmueble que carece de la mínima planeación estructural y de la supervisión de las autoridades locales y centrales.

Se trata de la parroquia de los santos Cosme y Damián, ubicada en la colonia San Rafael, que fue fundada en 1524 y que ha sobrevivido al paso del tiempo y la modernidad.

Vecinos señalan que desde diciembre pasado, un grupo de albañiles comenzaron a alzar un muro para tres pisos en un terreno que se encuentra a un costado del templo.

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“De pronto vimos que están levantando un muro que empieza a pegar junto a las paredes de la iglesia, que en caso de un sismo representa una fricción tremenda, un golpeteo y esto es delicado”, señaló un vecino.

Los colonos dijeron a EL GRÁFICO que los trabajadores, sin ningún permiso de la alcaldía Cuauhtémoc, cortaron las ramas de un árbol de Fresno, de al menos 100 años de edad, que se encuentra en el atrio de la parroquia.

Por lo que incluso algunos feligreses reclamaron al sacerdote encargado pensando que él había autorizado la poda del árbol, pero para su sorpresa el sacerdote les enseñó un video donde se observa a un albañil cortando la rama desde la obra negra, que fue grabado por un visitante.

Luego de un mes de que denunciaron el hecho a la policía capitalina, los vecinos recabaron firmas y mediante un escrito dirigido a la alcaldesa de la Cuauhtémoc, Sandra Cuevas, le pidieron su intervención para el rescate del recinto religioso.

José de Jesús Aguilar, párroco de la iglesia, asegura que afortunadamente no hay daños en el templo pero “no hay que esperar a que pase para tomar cartas en el asunto”, dijo al ser cuestionado sobre la situación denunciada por sus feligreses.

(Fotos: Especial / Édgar Córdova, El Gráfico)

EL DATO

Tiene 16 años de restauración la parroquia, que en un principio fue un hospital para los indígenas. 

La primea piedra del recinto religioso fue colocada por Fray Juan de Zumárraga, primer obispo y Arzobispo de México.

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